El explorador de vinos


Muchos de nosotros, a la hora de comprar un vino, seremos presa del pánico al encontrarnos frente a cientos de botellas, cada una con su etiqueta diseñada para diferenciarse del resto cuyo esfuerzo culmina en un batiburrillo de colores chillones en los stands de cualquier vinoteca o supermercado.

Al final, muchos de nosotros, pecamos al dar la vuelta a la botella en busca de la falsa seguridad que nos dá observar bajo la contra-etiqueta un logotipo en el que ponga "Denominación de Origen" y más aún en nuestra comunidad donde tendemos a un "navarrismo" y "riojismo" un tanto excesivo, el cual no tiene porqué ser malo, pero si no somos conscientes de ello, nos perderemos vinos maravillosos (aunque tal vez tambien nos evitemos algún que otro disgusto embotellado).

No nos equivoquemos, el logotipo de las Denominaciones de Origen nos indica cualidades, calidad y formas de elaboración del vino, pero no son garantia de que el vino nos vaya a gustar puesto que para gustos son los colores.

Exploremos y busquemos cosas exóticas, probemos otras denominaciones, otras variedades de uva e incluso otros paises, siempre podremos volver a casa porque ya sabemos que en casa como en ningún sitio (aunque algunos no regresen jamás).

Hablemos de la uva: Viura


Viura es una variedad de uva blanca de vinificación, una de las más extendidas en nuestro país gracias a su lenta oxidación de sus mostos que la convierte en "ideal" para el envejecimiento en roble. Es pálida y de acidez equilibrada si se vendimia pronto.

Variedad básica de los blancos riojanos de calidad así como de los cavas (Macabeo).
Macabeo (Macabeu en catalán) es una variedad de uva blanca de vinificación. También es conocida como Alcañol, Alcañón, Blanca de Daroca, Charas Blanc, Forcalla, Gredelín, Lardot, Maccabeo, Perpignan, la cola de Renard, Rossan, Viuna o Viura. Presente sobre todo en Badajoz, La Rioja, Tarragona y Zaragoza.
Es una de las variedades más extendidas por España. Su origen, según los expertos, puede estar en la cuenca del Ebro o en Valencia y se supone que debe su nombre a la tribu bíblica de los Macabeos.

Es una planta de rendimiento elevado. Es muy sensible a la botrytis cinerea, es resistente a las heladas y su cultivo está aumentando mucho. Sus racimos son de tamaño grande y compactos. Las bayas tienen tamaño grande, la piel fina y el color dorado. Sus aromas se asemejan a la palomino pero esta uva tiene más color y más cuerpo dando a los caldos ese toque meloromántico en función del tiempo de fermentación. Su composición alcohólica en temporada media es de 13º de alcohol. Produce un vino de delicado aroma y color amarillo pálido pajizo con tonos verdes. No suelen ser vinos muy alcohólicos, situándose la graduación entre el 9 y el 10,5%.

La uva se utiliza para hacer vinos blancos ligeramente ácidos, aptos para el consumo precoz. El vino es pálido y ligero, con recuerdos de frutos verdes. La Viura es tradicionalmente mezclada con xarel·lo y Parellada para hacer cava, el más conocida vino espumoso de España. Es también la variedad básica de los blancos riojanos.

Se la conoce tambien por nombres como: Macabeu (Francia), Viura (Alava, Logroño, Navarra, Valladolid y Zaragoza), Viuna (Zaragoza), Alcañón, Forcalla, Lardot, Macabeo, Macabeu, Queue de Renard, Rossan, Blanca de Daroca, Charas Blanc, Forcalla, Gredelín, Lardot, Maccabeo, Perpignan, la cola de Renard, Rossan.

Hablemos de la uva: Graciano

Graciano es una variedad española de vid (Vitis vinifera) tinta. Es una uva de poco rendimiento que prospera en climas áridos, cálidos y además es resistente a las enfermedades, la vid produce una baja cantidad de bayas delicadamente aromatizadas que son normalmente vendimiadas a finales de Octubre.

El racimo tiene dos hombros cilíndricos cortos. Sus bayas son de tamaño pequeño y forma redonda. Tienen la pulpa dura e incolora y su piel es de un color negro intenso.

Es originaria de La Rioja y Navarra donde tradicionalmente forma y ha formado parte de los grandes ensamblajes de vinos de crianza, reservas y grandes reservas junto con el Mazuelo (De ahí su nombre al utilizrse para dar gracia a los vinos aportando color y frescura), aunque últimamente se apuesta por la elaboración de vinos de autor 100% Graciano, gozando estos de gran reputación y muchos seguidores. Estudios y análisis de ADN sugieren que la Monastrell (que anteriormente se pensaba que era un sinónimo español de la mourvédre francesa, nombre que viene del antiguo nombre de la población valenciana de Sagunto: Morvedre) es, de hecho, Graciano. La uva Monastrell, al contrario de la uva Graciano en Navarra y La Rioja, es una de las variedades de uva más cultivadas en el sur-este de España... ...un día de estos prepararemos un artículo y hablaremos de MONASTRELL VS GRACIANO (¿son lo mismo?)... ...pero eso ya es otra historia.

Los vinos que se hacen con ella son muy apreciados, por dotarle de un rojo intenso y acidez elevada.

Aporta a los vinos mayor longevidad. El vino que esta uva produce se caracteriza por su intenso color rojo, fuerte aroma y capacidad para envejecer bien.

Otros nombres con los que se nombra a la Graciano: bastardo nero, bois dur, bordelais, cagliunari, cagnonale, cagnovali nero, cagnulari, cagnulari bastardo, cagnulari sardo, cagnulatu, caldareddu, caldarello, cargo muol, courouillade, courouillade, couthurier, drug, graciana, graciano tinto, grosse negrette, jerusano, karis, marastel, matarou, minostello, minustello, monastel, monestaou, morastel, morestel, mourastel, perpignan, perpignanou bois dur, plant de ledenon, tinta do padre antonio, tinta miuda, tintilla, uva cagnelata, xeres, xerez, zinzillosa, cendrón, parraleta, tanat gris, tintilla de Rota, tinta miúda y tinta do padre antónio.

La casual historia del vino


Es curioso, pero la verdad es que todos (o casi todos) los descubrimientos de la humanidad han sido fruto de casualidades más o menos fortuitas que en algunos casos hicieron las delicias de sus descubridores y en otros casos las desgracias.

De hecho, esta regla también se aplica al mundo del vino y no nos resulta difícil imaginar que el primer humano que probó el vino, seguramente, lo hizo porque le fermentó el mosto sin quererlo en el recipiente donde guardaba la uva (y tal vez por extrema necesidad). Sin duda alguna, esta fue la primera vez que el ser humano bebió vino y posiblemente, desconocedor de los efectos del alcohol, se dio el primer paso hacia el descubrimiento de la resaca.

Imaginémosnos también la cara de incredulidad que debió de poner el primer bodeguero en cuya bodega empezaron a estallar las botellas debido al gas a presión procedente de una segunda fermentación del mosto que se realizó en el interior de las botellas (que no se esperaba y que las condiciones climáticas y organolépticas de ese año permitieron)... Lo que seguramente empezó como una desgracia y la pérdida de una cosecha entera, continuo su evolución conociendo esos vinos como "Salta tapones" o "Vino del Diablo" y que ha llegado a nuestros días como una de las bebidas más famosas del mundo: El Champagne (y muchas otras como El Cava y otros vinos espumosos del mundo).

Cara de sorpresa se le debió de quedar a un terrateniente alemán cuando, por una cadena de infortunios, se retraso la vendimia de una finca, de la variedad de uva Riesling, y apareció la Botrytis (Un temido hongo que ataca a la uva). Creyendo que las uvas, pasificadas por la enfermedad, no valían nada se las entregó a los campesinos quienes las utilizaron para elaborar un vino que resultó delicioso... años después las variantes de este descubrimiento son los vinos de vendimia tardía, los Icewine, los Sauternes, los Tokaj, etc... que figuran entre los vinos dulces más caros y deliciosos del mundo.

No es difícil imaginar que la primera vez que un vino se guardó en una barrica de roble no fuese con la intención de darle una crianza, sino que seguramente, se hizo con la intención de transportarlo o de guardarlo... (En cada época se trabaja con la tecnología que se tiene: Tinajas de barro eran utilizadas muy anteriormente a los romanos, como olvidarnos de los pellejos elaborados con cuero, como nuestras ancestrales botas de vino elaboradas mayoritariamente con piel de cabra). Así pues, en su justo momento se utilizaron barricas de roble. Sorpresa del primer bodeguero que guardó el vino en toneles de roble o lo fermentaba en tinos de madera al ver como mes a mes su vino mejoraba en vez de estropearse o del mercader que tras una larga travesía descubría que el producto con el que comerciaba había evolucionado transformándose en algo completamente distinto.

El fruto de las casualidades (y porqué no decirlo: de las necesidades de cada época) nos ha hecho llegar hasta nuestros días el vino tal y como lo conocemos. Y es por eso por lo que entendemos como tradicional algo que en su día fue conocido como nuevo y seguramente mal visto por parte de los consumidores... no debemos de estancarnos en el pasado y debemos aprovecharnos de los medios de los que hoy disponemos y que seguramente dentro de muchos años, serán los métodos tradicionales mientras que hoy desconfiamos de ellos.

Sin lugar a dudas, no debemos perder nuestra capacidad para sorprendernos, lo que debemos perder es el miedo a los nuevos descubrimientos, métodos e incluso, en ocasiones, a romper con el pasado.

Hablemos de la uva: Tempranillo


Tempranillo es una variedad de uva tinta cultivada extensamente para producir vinos tintos con cuerpo. Se considera autóctona de Rioja y de hecho es la principal variedad cultivada en dicha zona. Su nombre "Tempranillo" es diminutivo de temprano y hace referencia a que madura varias semanas antes que la mayor parte de variedades de uva tinta españolas. Hasta hace poco, se sospechaba que la tempranillo estaba emparentada con la uva pinot noir, pero los recientes estudios genéticos tienden a descartar esa posibilidad.

Tempranillo es una uva tinta con una piel gruesa y crece mejor en altitudes relativamente altas, pero puede también tolerar climas mucho más templados. Con relación a la producción de tempranillo en varios climas, el experto en vino Oz Clarke señala: ..."Para obtener elegancia y acidez de la tempranillo, necesitas un clima fresco. Pero para conseguir altos niveles de azúcar y las gruesas pieles que dan color intenso necesitas calor. En España estos dos opuestos se dan de la mejor manera en el clima contienental pero con altitud de Ribera del Duero"... La baja acidez asociada con el crecimiento a baja altitud se remedia mayormente mezclándola con uvas más ácidas, como la graciano en La Rioja. Es muy segura en el cuajado, muy sensible a plagas y enfermedades, y poco resistente a la sequía y a temperaturas altas. Los racimos tienen forma cilíndrica y son compactos. Las bayas son esféricas, de color negro púrpura con una pulpa incolora. La baya es de color muy oscuro y forma una esfera como un abalorio, y de ahí su nombre en catalán: Ull de Llebre ("ojo de liebre").


El cultivo español de Vitis vinifera, el antecesor común de la mayor parte de las vides que actualmente existen, comenzó bien pronto con el asentamiento fenicio en las provincias del sur de la Península. Más tarde, según el escritor romano Columela, se cultivaba la vid por toda España, aunque sólo hay unas pocas referencias dispersas al nombre "Tempranillo". Esto puede deberse a que en muchos lugares, como en la región de Valdepeñas, fue la principal variedad indígena y se asumía que era una uva diferente. Una referencia temprana a esta uva se encuentra en el Libro de Alexandre, (siglo XIII) refiriéndose a la región de Ribera del Duero, en la que menciona las uvas castellanas por su nombre: ... "Ally fallaría ommes las bonas cardeniellas e las otras mejores que son las tempraniellas"...

Hasta el siglo XVII, las vides de tipo tempranillo permanecieron limitadas a la España continental, donde eran más apropiadas al clima ligeramente más fresco de las provincias septentrionales. Aquí las regiones de La Rioja y Valdepeñas históricamente hicieron de la tempranillo su variedad más importante, y aún hoy es la uva principal de sus vinos más destacados. La uva fue llevada a América, posiblemente en semillas, con los colonizadores españoles del siglo XVII, donde ha mantenido ampliamente su identidad genética y aún se parece mucho a sus antepasados españoles. A pesar de su aparente fragilidad, la tempranillo viajó ampliamente durante el último siglo, después de mucho ensayo y error, se ha establecido en un soprprendente número de países por todo el mundo.

Un vino varietal tempranillo en un vaso, mostrando su típico color rubí intenso Tempranillo se usa en mezclas, siendo normalmente el 90% de la mezcla. Menos frecuentemente se embotella como vino varietal. Siendo de baja acidez y bajo también el contenido de azúcar, lo más normal es mezclarla con garnacha, mazuela, graciano, merlot y cabernet sauvignon. Al mezclar la uva con mazuela se logra un vino más brillante y ácido. En Australia, la tempranillo se mezcla con garnacha y syrah. En Portugal, donde se la conoce como tinta roriz, es una uva principal en la producción de algunos oportos.

Los vinos de tempranillo pueden consumirse jóvenes, pero los más caros se envejecen durante varios años en barrica de roble. Los vinos tienen color rojo rubí, con aromas de bayas, ciruelo, tabaco, vainilla, cuero y hierba. La uva tempranillo produce un mosto equilibrado en azúcar, color y acidez, aunque esta última a veces es escasa. Posee un paladar franco, interesante en vino joven y aterciopelado cuando envejece.

Al ser una uva tan extendida, es muy rica en sinónimos: Ull de Llebre (ojo de liebre), tempranilla, tempranillo rioja, tempranillo de La Rioja, tempranillo de Rioja, incluso tempranillo de Rioza, tempranillo de Perralta, aragón, aragonêz, aragones, aragonez Da Ferra, aragonez de Elvas, arauxa, arganda, arinto tinto, cencibel, cencibel chinchillana, cencibera, sensibel, chinchillaza, chinchillana, chinchillano, chinchilyano, cupani, escobera, garnacho foño, Grenache de Logrono (esto es, "garnacha de Logroño"), jacibera, jaciuera, jacivera, juan garcía, morisca, negra de mesa, negrall, olho de lebre, palomino negro, piñuela, valdepeñas, aldepenas, verdiell, vid de Aranda, tinta aragones, tinto aragonés, tinto aragon, tinto aragonez, tinta corriente, tinto fino, tinta do Inacio, tinto de Madrid, tinta madrid, tinto madrid, tinta montereiro, tinta monteira, tinta monteiro, tinto país o tinto del país, tinto de la Ribera, tinto ribiera, tinto riojano o tinto de Rioja, tinta roriz, tinta roriz da Penajola, tinta santiago, tinta de Santiago, tinta de toro, tinta serrana. Finalmente, hay que advertir, en materia de sinonimia, que muchas veces si refiere al vino, y otras a la uva. Entonces puede ser Tinto Fino (vino) o Tinta Fina (uva); por lo mismo, Tinto de Toro o Tinta de Toro... y unos cuantos más.

Hablemos de la uva: Verdejo


Verdejo es una variedad de uva blanca de gran calidad, considerada por algunos como la mejor uva blanca cultivada en la Península Ibérica (Claro está que para gustos los colores), se caracteriza por su vid de porte horizontal y tronco vigoroso, su hoja pequeña y pentagonal, poco abierta en lira, envés glabro, nervios y con poca o ninguna densidad de pelos en el peciolo. Los racimos son de mediano-pequeño tamaño de pedúnculo muy corto, bayas pequeñas o medianas generalmente esféricas o elípticas cortas y de color amarillo. Sus pepitas, algo grandes, destacan cuando se observan al trasluz.

Podemos remontar el origen de esta uva al siglo XI puesto que la uva Verdejo habita desde hace siglos en la Denominación de Origen Rueda. Durante el reinado de Alfonso VI (Siglo XI) se repobló la cuenca del Duero con cántabros, vascones y mozárabes. Se cree que fueron estos últimos los que introdujeron esta variedad en la Península Ibérica desde el Norte de África tras un periodo de adaptación y pruebas en el Sur de la Península.

Principalmente, esta variedad, se trata sola, en vinos monovarietales sin añadir ninguna otra variedad, produciendo vinos muy aromáticos, con cuerpo, glicéricos y suaves, con buena acidez y una amargura muy característica. Tradicionalmente se utilizaba como la base de los vinos de solera con larga crianza en barrica de roble.

Esta uva se cultiva sobre todo en la zona de Valladolid, donde es considerada como la variedad principal de la Denominación de Origen Rueda (una de las pocas Denominaciones de Origen especializadas en la elavoración de vinos blancos), en Segovia y en parte de Ávila. Se puede tambien encontrar en Cigales, Toro. Además de en Castilla y León, la encontramos también en las Islas Canarias, en zonas de Portugal y Australia


Verdejo es también conocido con otros nombres como por ejemplo: Botón de Gallo Blanco, Gouveio, Verdeja, Verdeja Blanca, Verdejo Blanco, Verdelho o Verdello. Se la considera originaria de Rueda, implantada allí por los mozárabes.

Cosas que deberíamos saber a la hora de comprar vino.


Seguramente, muchos de nosotros, nos perdemos entre la enorme oferta existente en cualquier establecimiento que comercialice vino, sea especializado o no. Es difícil elegir una marca y este artículo tiene la intención de ofrecer una serie de consejos básicos que hagan de la búsqueda, compra, de un vino una tarea fácil, segura y divertida. Por eso es bueno confiar en profesionales, aunque cuando no hay otra opción…

Teniendo en cuenta que ya sabemos distinguir entre vinos blancos, rosados, tintos, espumosos, dulces y generosos, entre otros, para empezar, y desoyendo voces más instruidas, nos atrevemos a clasificar los vinos en dos grupos: jóvenes y con crianza.

Los vinos tintos jóvenes son aquellos que se embotellan tras la vinificación. No tienen crianza alguna
en barricas  o tinos de roble. Son vinos muy afrutados y colores vivos. Aquí encontramos los tintos de maceración carbónica, elaborados con el racimo completo y los granos intactos que dan como resultado vinos aromáticos, de peculiar textura en boca, por el carbónico residual, frescos, sabrosos, ideales para el “poteo” y para acompañar cualquier alimento y cualquier momento del día. Estos vinos jovenes deben consumirse, salvo excepciones, durante el año de salida al mercado.

Los vinos con crianza, tintos, blancos o rosados, son aquellos que tras la vinificación pasan una temporada, se crían, en barrica, generalmente de roble, y posteriormente reposan tras el embotellado, crianza en botella, antes de la salida al mercado.En este grupo situamos a los vinos crianzas, reservas y grandes reservas. Y últimamente a los robles o semicrianzas. Estos vinos aportarán otra serie de notas y necesitarán de alimentos para entenderlos en plenitud.

Cada denominación sigue unas pautas marcadas por el consejo regulador de turno. Si nos fijamos en Navarra, según el reglamento:

- "Crianza": los vinos tintos con un periodo mínimo de envejecimiento de 24 meses, de los que al menos 9 habrán permanecido en barricas de roble de capacidad máxima de 330 litros. Los vinos blancos con un periodo mínimo de envejecimiento de 18 meses de los que al menos 6 habrán permanecido en barricas de madera de roble de la misma capacidad máxima.

- "Reserva": los vinos tintos con un periodo mínimo de envejecimiento de 36 meses, de los que al menos 12 habrán permanecido en barricas de roble de capacidad máxima de 330 litros. Los vinos blancos y rosados con un periodo mínimo de envejecimiento de 24 meses, de los que al menos 6 habrán permanecido en barricas de madera de roble de la misma capacidad máxima.

- "Gran Reserva": los vinos tintos con un periodo mínimo de envejecimiento de 60 meses, de los que al menos 18 habrán permanecido en barricas de roble de capacidad máxima de 330 litros. Los vinos blancos con un periodo mínimo de envejecimiento de 48 meses de los que al menos 6 habrán permanecido en barricas de madera de roble de la misma capacidad máxima.

- "Vinos rosados y blancos fermentados en barrica": los vinos rosados y blancos donde la fermentación se realiza en barricas de roble de capacidad máxima de 500 litros.

- "Vino Tinto Roble": aquellos vinos que hayan permanecido en barrica de roble de capacidad máxima de 330 litros durante un periodo superior a 90 días.

Podemos incluir otro tipo de vinos y que a muchos confunden. Son los, feamente llamados, genéricos o, también, cosechas. Vinos donde el elaborador no se ha ajustado, por decirlo de alguna manera, al reglamento vigente y ha criado el vino el tiempo que le ha parecido oportuno. Aparece sólo la añada de procedencia y no se especifica, a veces si, el tiempo de permanencia en barrica. Nos parece una tendencia positiva y cada vez más extendida puesto que permite al productor amoldar la elaboración del vino al tipo de producto que desea sacar al mercado.

Así pues, leyendo la información de la etiqueta y de la contra etiqueta obtendremos datos que nos orientarán en la compra. Sin entrar en más detalles.

Los robles y semicrianzas, son vinos muy interesantes pues podremos disfrutar de todas las sensaciones de un vino joven, de los matices aportados por su leve estancia en barrica y por lo atractivo de sus precios. Sobre cuando debemos consumir un vino se podrían escribir libros. En general, un buen vino, de una extraordinaria bodega que conocemos como elabora nos garantiza, y no al cien por cien, que nuestra compra podrá envejecer en buenas condiciones. A esto hay que añadir los factores para una óptima conservación: luz, temperatura, vibración, ausencia de olores extraños y humedad. Los vinos nacen, crecen, se desarrollan y mueren. Cada botella, cada referencia, cada vino tiene su ciclo vital. La prueba, la cata, el consumo en diferentes momentos será la única manera de averiguar, mediante la experiencia, cual fue ese ciclo y si ha terminado o no.

Suponiendo, que no es fácil, que todo lo anterior se cumple, podriamos decir que:

Los vinos tintos jóvenes se pueden consumir durante los dos años siguientes a su cosecha. Como ejemplo actual un tinto 2009 puede consumirse durante el 2010 y el 2011.


Un blanco lo mismo, su cambio de tonalidad del amarillo verdoso a los dorados le delatará. Como anécdota, a los albariños todo el mundo tiene tendencia a consumirlos durante el año, y pocos han comprobado la maravilla de un blanco gallego con más de 5 o 10 años.

Y un rosado del 2009, en cambio, sería mejor hacerlo durante el 2010. Colores rosados como la frambuesa se convierten en rosas como la piel de la cebolla, aunque a veces hay bodegas que gustan de estos colores en la juventud. Como siempre habrá que probarlo. La acidez, la perdida de frescura marcará su decadencia.
Importante, no nos referimos a fechas de caducidad, sino a fechas orientativas en las que un vino mostrará todas sus virtudes. Un vino se puede consumir sin ningún problema para la salud aunque sea “viejo”. Simplemente lo rechazaremos por que su disfrute es inexistente.

Un crianza del 2006, en cualquier tipo de vino, no debería dar síntomas de flaqueza en los próximos cuatro o cinco años, hacia el 2015. Por el contrario, tendría que presentar una evolución positiva ofreciendo matices de madurez. Otra cosa es que cada vez elaboren los vinos más “domados” y eso reduzca su capacidad de envejecimiento, aunque no tendría por que importar.

Los reservas, que son dignos de llamarse así, pueden ofrecernos todo un sinfonía aromática pasados entre 10 y 15 años. Pero de estos, desgraciadamente, nos llegan honrosas excepciones en un mercado donde el consumidor ya no entiende sus matices y donde las prisas invaden hasta el placer del vino.

Y que decir de los grandes reservas cuyos mejores representantes pueden sobrepasar los treinta años, y nos quedamos cortos.

El precio es un punto de referencia importante a la hora de elegir un buen vino y no debemos olvidar, como en todo, que hay precios que incluyen la marca, su exclusividad, cierto snobismo, la historia de la bodega, su prestigio internacional, la presencia en los medios, etc.etc. No hace falta gastarse mucho dinero para beber buen vino pero, importante, a precios muy bajos es más que probable beber vino de escasa calidad. Debemos orientarnos con el criterio de profesionales, de buenos aficionados, de amigos de confianza que conozcan el mundo del vino y evitar que nos den gato por liebre... ...aunque nunca está de más e ir a la aventura siempre y cuando, claro está, fijándonos en lo que pone en la etiqueta y no solo en lo "bonita" que esta sea. Desconfiaremos de precios muy bajos pues todo sabemos lo que cuesta elaborar una botella de vino, más o menos. Esos reservas de 1.50€ nos tienen que poner en alerta, lo mismo que si vemos en una carnicería el solomillo a un precio ridículo. No siempre se cumple, en sensaciones de placer, que el vino más caro sea mejor pero si que lleva acompañado un mayor control de la calidad. Desde la selección de la uva en el viñedo, una elaboración más higiénica, uso de maderas de roble y no sucedáneos, corchos selectos, excepcionales medidas de conservación, almacenamiento y transporte y una cuidada comercialización.

Para ir terminando, es recomendable entrenar los sentidos probando vinos de cualquier parte del mundo. Lógicamente cada uno tenemos nuestro gusto pero no debemos cerrar las puertas a variedades desconocidas, a comarcas vecinas, a bodegas pequeñas, a países lejanos y a cualquier circunstancia que nos enriquezca personalmente y como aficionados al vino.

DIONISO, dios del vino.

Los borrachos o El triunfo de Baco. Museo del Prado. Madrid.

Dioniso es conocido como el dios griego del vino, no obstante, ha tenido muchos nombres en diferentes culturas, como "Baco" en la cultura romana, e incluso hay historiadores que creen que ciertos ritos cristianos (como el de hacer beber vino representando la Sangre de Cristo) tienen su origen en las ceremonias dionisiacas.

LOS ORÍGENES DE DIONISO

Su madre fue una mujer mortal, llamada Sémele, hija del rey Cadmo de Tebas, y su padre Zeus, el rey de los dioses. La esposa de Zeus, Hera, una diosa celosa y vanidosa, descubrió la aventura de su marido cuando Sémele estaba encinta. Con el aspecto de una anciana (en otras versiones de una nodriza), Hera se ganó la amistad de Sémele, quien le confió que Zeus era el auténtico padre del hijo que llevaba en el vientre. Hera fingió no creerlo, y sembró las semillas de la duda en la mente de Sémele, quien, curiosa, pidió a Zeus que se revelara en toda su gloria como prueba de su divinidad. Aunque Zeus le rogó que no le pidiese eso, ella insistió y él terminó accediendo. Entonces Zeus se presentó ante ella con sus truenos, relámpagos y rayos, y Sémele pereció carbonizada. Zeus logró rescatar al fetal Dioniso plantándolo en su muslo. Unos meses después, Dioniso nació en el monte Pramnos de la isla Icaria, a donde Zeus fue para liberarlo ya crecido de su muslo. En esta versión, Dioniso tuvo dos «madres» (Sémele y Zeus) antes de nacer, de donde procede el epíteto dimetor (‘de dos madres'), relacionado con su doble nacimiento.
En otra versión de la misma historia, Dioniso era el hijo de Zeus y Perséfone, la reina del Inframundo. Una celosa Hera intentó de nuevo matar al niño, enviando esta vez a los Titanes a descuartizarlo tras engañarlo con juguetes. Zeus hizo huir a los Titanes con sus rayos, pero éstos ya se habían comido todo salvo el corazón, que fue salvado, según las fuentes, por Atenea, Rea o Deméter. Zeus usó el corazón para recrearlo en el vientre de Sémele, de donde de nuevo fue ‘el nacido dos veces'. Otras versiones afirman que Zeus dio a comer el corazón a Sémele para preñarla.


La leyenda cuenta que Zeus tomó al infante Dioniso y lo puso a cargo de Hermes. Una versión de la historia es que éste dio el niño al rey Atamante y su esposa Ino, tía de Dioniso. Hermes pidió a la pareja que criase al bebé como una niña, para esconderlo de la ira de Hera. Otra versión es que Dioniso fue puesto bajo la tutela de las ninfas de la lluvia de Nisa , que le criaron en su infancia y niñez, y que por sus cuidados fueron recompensadas por Zeus con el ascenso entre las estrellas como las Híades. Otra versión es que Zeus lo dio a Rea, o a Perséfone para que lo criase en el Inframundo, lejos de Hera. Alternativamente, fue criado por Maro.

Cuando Dioniso creció, descubrió la cultura del vino y la forma de extraer su precioso jugo, pero Hera hizo que se volviese loco y le empujó a vagar por diversas partes de la tierra. En Frigia la diosa Cibeles, más conocida por los griegos como Rea, le curó y le enseñó sus ritos religiosos, y así emprendió su recorrido por Asia enseñando a la gente el cultivo del vino. La parte más famosa de sus viajes es su expedición a la India, que se dice duró varios años. Volvió triunfante y emprendió la introducción de su culto en Grecia, pero se le opusieron algunos príncipes que temían los desórdenes y la locura que éste acarreaba.

Como hombre joven, Dioniso era excepcionalmente atractivo. Una vez, disfrazado como un mortal sentado junto a la orilla del mar, fue visto por unos pocos marineros, que creyeron que era un príncipe. Intentaron secuestrarle y llevarle lejos para venderlo como esclavo o pedir un rescate. Probaron a atarle con cuerdas, pero ninguna podía sujetarlo. Dioniso se convirtió en un fiero león y soltó un oso a bordo, matando a todos los que entraron en contacto con él. Los que saltaron por la borda fueron transformados compasivamente en delfines. El único superviviente fue Acetes , el timonel, que reconoció al dios e intentó detener a sus marineros desde el principio. En una historia parecida, Dioniso deseaba navegar desde Icaria hasta Naxos, así que alquiló un barco pirata tirrenio. Pero cuando el dios estuvo a bordo, no navegaron hacia Naxos sino hasta Asia, con la intención de venderlo como esclavo. Por esto Dioniso transformó el mástil y los remos en serpientes, y llenó la nave de hiedra y del sonido de flautas, de forma que los marineros enloquecieron y saltaron al mar, donde fueron transformados en delfines.

EL MITO DEL REY MIDAS
Una vez Dioniso halló que su antiguo profesor y padre adoptivo, Sileno , había desaparecido. El anciano había estado bebiendo, se había marchado ebrio y se encontró con algunos campesinos, que lo llevaron ante el rey, Midas (alternativamente, Sileno se metió en la rosaleda del rey). Midas le reconoció y le trató hospitalariamente, entreteniéndole durante diez días y noches educadamente, mientras Sileno divertía al rey y sus amigos con historias y canciones. Al undécimo día Midas llevó a Sileno de vuelta con Dioniso. Éste ofreció a Midas que eligiera la recompensa que deseara. Midas pidió que todo lo que tocase se transformara en oro. Dioniso accedió, aunque lamentó que no hubiese hecho una elección mejor. Midas se regocijó en su nuevo poder, que se apresuró en poner a prueba, tocando y convirtiendo en oro una rama de roble y una piedra. Deleitado, tan pronto como llegó a casa ordenó a los sirvientes que dispusieran un festín en la mesa. Entonces halló que su pan, su carne, su hija y su vino se convertían en oro. Enfadado, Midas se esforzó en desprenderse de su poder (el toque de Midas ), pues odiaba el don que había codiciado. Rezó a Dioniso, rogando ser librado de su hambre. Dioniso le oyó y consintió, diciendo a Midas que se bañase en el río Pactolo . Midas así lo hizo, y cuando tocó las aguas el poder pasó a éstas, y las arenas del río se convirtieron en oro. Esto era un mito etiológico que explicaba por qué las arenas del río Pactolo eran ricas en oro.

LAS BACANTES
(De un cuento escrito por Eurípides)
Dioniso vuelve a su lugar de nacimiento, Tebas, gobernado por su primo, Penteo. Dioniso quería vengarse de las mujeres de Tebas, sus tías Ágave, Ino y Autónoe y su primo Penteo, por negar su divinidad y por tanto no adorarle. Penteo fue vuelto loco lentamente por el convincente Dioniso, y atraído a los bosques del monte Citerón para ver a las Ménades, las adoradoras de Dioniso que a menudo experimentaban el éxtasis divino. Cuando las mujeres vieron a Penteo, lo descuartizaron como habían hecho antes en la obra con una manada de ganado. Brutalmente, su cabeza fue cortada por su madre Ágave cuando suplicaba por su vida.

EL REY LICURGO
Cuando el rey Licurgo de Tracia oyó que Dioniso estaba en su reino, envió a prisión a todas sus seguidoras. El dios huyó, refugiándose con Tetis y envió una sequía que hizo que la gente se sublevara. Entonces volvió loco a Licurgo, y éste descuartizó a su propio hijo con un hacha, creyendo que era un brote de hiedra, planta consagrada a Dioniso. Un oráculo afirmó entonces que la tierra permanecería seca y baldía mientras Licurgo siguiera vivo, así que su pueblo lo mató y descuartizó. Con Licurgo muerto, Dioniso levantó la maldición.

DIONISO Y SU DESCENSO AL HADES

Una historia más conocida es la de su descenso al Hades para rescatar a su madre Sémele, a la que ubicó entre las estrellas. Dioniso hizo el descenso desde un pozo del que se decía que no tenía fondo, ubicado en la costa de la Argólide , cerca del yacimiento prehistórico de Lerna . Fue guiado por Prosimno o Polimno, quien pidió como recompensa ser su amante. Prosimno murió antes de que Dioniso pudiese acceder a esta petición, así que satisfacer a su fantasma, Dioniso fabricó un falo con una rama de olivo y lo clavó en la tumba de Prosimno. Esta historia se narra completa solo en fuentes cristianas (cuya intención era desacreditar la mitología pagana y, por ello, pueden no ser de confianza). Parece haber servido como explicación de los objetos secretos que eran revelados en los misterios dionisíacos.

ÁMPELO
Ámpelo era un sátiro que murió en un accidente al montar un toro enloquecido por la picadura del tábano de Ate. Las Moiras concedieron a Ámpelo una segunda vida como parra, de la que Dioniso prensó el primer vino.

OTROS MITOS MENORES

Cuando Hefesto apresó a Hera en un trono de oro mágico, Dioniso lo emborrachó y lo llevó de vuelta al Olimpo , donde finalmente accedió a liberar a Hera.

Cuando Hestia, diosa del hogar, decidió dejar el Consejo de los Doce y atender el fuego de las casas de las familias, Zeus eligió a Dioniso para ocupar su lugar en el Olimpo como dios inmortal del vino, el jolgorio y las fiestas.

Cuando Teseo abandonó a Ariadna durmiendo en Naxos , Dioniso la encontró y se casó con ella. Tuvieron un hijo llamado Enopión , que se suicidó o murió a manos de Perseo . En algunas versiones, su corona era puesta en el cielo como la constelación Corona, en otras Dioniso descendía al Hades para devolverla a los dioses del Olimpo.

Vinos de maceración carbónica... ...¿y eso que es?.


Apenas finaliza la vendimia en las zonas más tardias, comienzan a salir al mercado los primeros vinos del año.

Cada vez son más las bodegas que se apuntan a la carrera de ser el primero o de los primeros en sacar el vino joven al mercado, sobre todo, ante la cercanía de las Navidades tras la vendimia y por la ventaja comercial que supone.

Para entender claramente en que consiste la maceración carbónica, podemos poner un ejémplo que todos podamos entender: guardamos la fruta al aire libre para permitir su aireación. La fruta respira y cede gas carbónico. Si mantuviéramos la fruta en la bolsa de plástico, este gas volvería a la fruta y entraría en fermentación sin microbios, esta sería la transformación conocida como maceración carbónica. Si en vez de eso, rompiéramos la fruta, el zumo se contaminaría por microbios ambientales (entre ellas las llamadas levaduras), y estos producirían la fermentación.

Recordamos que para hacer vino hay 2 técnicas que puede ser o bien rompiendo la uva (Fermentación por levaduras) o con uva entera y confinada (Maceración carbónica).

Los vinos de maceración carbónica se elaboran tradicionalmente en grandes lagos de cemento donde se echa la uva entera, con racimo y raspón, las uvas de abajo, por la presión de las que están encima, se rompen y ese mosto empieza la fermentación:

Estos vinos elaborados con esta técnica resultan más suaves debido a una menor extracción de sustancias tánicas del hollejo y la pepita, así como a la disminución de su acidez. Desarrollan un aroma característico y complejo, muy relacionado con recuerdos lácticos, cremosos, frutos rojos...

Los vinos de maceración carbónica, habitualmente se sacan al mercado el mismo año de la vendimia (conocidos tambien como cosecheros) y deben beberse dentro de dicho año o en el siguiente, aunque pueden encontrarse excepciones y experimentos de crianzas en barríca.

¿Cava o Champagne?



El método "Champenoise" fue descubierto por el monje benedictino Dom Perignon, de la abadía de Hautvillers, a finales del s XVII, se caracteriza porque la segunda fermentación y crianza del vino se llevan a cabo en la misma botella, lo que permite adquirir las burbujas de forma natural (Gran susto se debio de dar este monje cuando las botellas de vino que se encontraban reposando en la bodega empezaron a estallarle o a salir disparados los corchos). Este método es el que se utiliza en la elaboración del Champagne. A finales del siglo XIX, Josep Raventós intentara elaborar en Cataluña un vino espumoso al estilo del Champagne (mediante el método de la "Champenoise") sin mucho éxito, siendo su hijo Manuel Raventós quien lo volvio a intentar utilizando para ello las tres variedades autóctonas: Macabeo (o Viura como la conocemos aqui en Navarra), Xarel lo y Parellada, creando un vino espumoso con personalidad propia que desvinculaba el cava del champagne, para cuya elaboración se utilizan principalmente las variedades: Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier, siendo el Champagne, a diferencia del cava, un vino blanco que se elabora principalmente de uvas tintas puesto que es la Pinot Noir (uva tinta) la más abundante. Cuando un champagne es elaborado exclusivamente con uvas blancas es llamado "Blanc de Blancs".

Actualmente el Consejo Regulador del Cava permite la utilización de las uvas Chardonnay y Pinot Noir, recortando las diferencias entre cavas y champagnes, estrategia con la que no todo el mundo está conforme puesto que quita su personalidad y caracter al cava convirtiendolo en una mera copia del champagne.

Aún así, las diferencias entre cavas y champganes, pese a sus coincidencias, siguen siendo enormes.

Una de las diferencias que se encuentran entre Cava y Champagne es que los consumidores no encuentran la marcada acidez del Champagne en el cava, eso es debido a la climatologia de la zona que hace que la cepa produzca unas uvas con mucha acidez que se vendimian tarde para conseguir un mayor grado que posibilitará una segunda fermentación en botella. Aún así el menor grado en las uvas con las que se elabora el Champagne obliga a que se le deba añadir un licor de expedición mediante el método de Chaptalización (método descubierto por el enólogo francés Monsieur Chaptal y que consiste en añadir azucar en forma de un mosto formado por sacarosa y destilado de vino, lo que suaviza el producto, permite realizar la segunda fermentación en botella y lo hace más agradable en boca). El cava tambien necesita de este licor de expedición aunque en mucha menor medida debido a que sus uvas (debido al clima y a la mayor maduración de las mismas) poseen un mayor grado.

Pero sus diferencias climatológicas no acaban ahí. En la zona donde se elabora el champagne, las temperaturas rozan el mínimo para permitir la maduración de la uva y en consecuencia se extreman los cuidados de las viñas estando permitido el riego de las viñas (aunque no se acostumbra a hacerlo, tan solo en años de extremo calor o sequia), mientras que el Consejo Regulador del Cava lo prohibe totalmente.

Otra característica de la zona es que la mayor parte del champagne es mezcla de vinos de varias cosechas, debido a la irregularidad de las mismas, y cuando hay una añada de muy buena calidad se le llama "Millesimé" o "Vintage" y se le pone el año de cosecha mientras que los cavas son siempre mono añada, gracias a una mayor regularidad en las cosechas, siendo típico embotellar un coupage de vinos de una sola vendimia y aunque tambien utilizan dichos términos, lo hacen en menor medida como por ejemplo para distiguir Grandes Reservas elaborados a partir de "flor de mosto" (el mosto del primer prensado).

El Champagne requiere largas crianzas (5 años o más) para obtener un grado óptimo de maduración mientras que el cava alcanza este grado con menos años de crianza (2-4 años).

Por último, otra diferencia es la regional: mientras que la Denominación de Origen Champagne (A.O.C. Champagne) está restringida a la región de Champagne en Francia, la D.O. Cava es de alcance nacional pudiendo llamarse Cava a los elaborados en cualquier punto del pais.Una última diferencia, por supuesto, la diferencia de precios y algún que otro absurdo esnobismo. No obstante aunque las similitudes son muchas, las diferencias que tan solo son unas pocas como las características que confieren al vino las variedades de uva empleadas, el terreno donde se asientan las vides y las deribadas de las climatológicas, son más que suficientes para que estos dos tipos de vinos sean completamente diferentes y que la comparación, por así decirlo, tan solo sirva como "anécdota". ¿Es mejor el Cava que el Champagne?... tan solo el paladar de uno mismo puede dar respuesta a esa pregunta.

No podemos dejar de reconocer que fué en la región de La Champagne donde se empezó a elaborar esta peculiar bebida y cuenta con una gran tradición, como tampoco la hábil política de marketing que ha logrado que sea el nombre "Champagne" el que evoque todo un mundo de magia, celebración y fantasía.
Tal vez deberiamos de dejar de comparar dos tipos de vinos que aunque su elaboración sea la misma, las materias primas y el caracter que imprime el suelo y el clima, son completamente diferentes. Así como no debatimos si es mejor, o es una copia un Tinto Crianza Rioja de un Tinto Crianza Navarro aunque su proceso de elaboración, e incluso uva y clima, sean idénticos. Tal vez deberiamos desvincular definitivamente el Cava del Champagne.

Hablemos de la uva: Albariño

 
El Albariño es una variedad de uva blanca, característica de Galicia y el norte de Portugal, también se nombran así los vinos elaborados con esta variedad de uva.

El Albariño es considerada una de las variedades autóctonas más importantes de Galicia, dentro de las 220 variedades autóctonas catalogadas. Es una variedad de racimos pequeños, de maduración temprana y vigor medio. Tiene un color amarillo-pajizo, brillante, con irisaciones doradas y verdes. Poseen aromas florales y afrutados, finos y distinguidos, que impresionan agradablemente, de intensidad media y duración media-larga. Su sabor es fresco y suave, con suficiente cuerpo y grado alcohólico (entre 11 y 13% Vol.), acidez equilibrada, armoniosos y de amplios matices. Su regusto es placentero, elegante y completo.

El Albariño fue hace tiempo escaso pero muy buscado. Se cultivaba en las riberas del río Umia (Pontevedra; nace en el municipio de Forcarey y desemboca en la Ria de Arosa junto al Puente da Barca) desde la Edad Media y dice la leyenda que los monjes de Cluny (Monasterio situado en la región de Borgoña en Francia), que ya la conocían desde el siglo XII, fueron quienes la introdujeron en Galicia a través del monasterio de Armenteira (Pontevedra) y que desde allí, su cultivo se extendió a toda Galicia. No obstante, la corriente actual se inclina a pensar que el Albariño es una variedad autóctona de Galicia. Aún así, no cabe duda que sin importar su procedencia fue en Galicia donde se forjó su caracter y su leyenda.

Según la Orden APA/1819/ 2007 , de 13 de junio, la uva Albariño es una variedad de vid destinada a la producción de vino. Recomendada en Galicia y autorizada en Cantabria , Castilla y León y Cataluña.

 La Denominación de Origen Rías Baixas, creada en 1988, comprende aquellos territorios donde tradicionalmente, y desde tiempo inmemorial, se producen vinos de calidad en la provincia de Pontevedra, siendo consideradas en la actualidad cuatro subzonas perfectamenteindividualizadas: Val do Salnés, Condado do Tea, El Rosal y Sotomayor, en las que se elaboran fundamentalmente vinos blancos cuya base es la variedad Albariño.

La calidad de los vinos elaborados con uva Albariño hizo recuperar las cepas autóctonas, que habían estado a punto de desaparecer por la introducción de cepas híbridas de mayor producción y fortaleza. Comenzando la replantación en 1960, hoy en día es una de las variedades más cultivadas en Galicia y el vino Albariño es hoy uno de los caldos de mayor personalidad y prestigio.

Botrytis; amigo y enemigo.


La Botrytis es una enfermedad producida por un hongo conocido como "Botrytis Cinerea" que afecta a las uvas de vinificación. La infestación de Botrytis en un viñedo requiere de uva madura y de condiciones húmedas, pudiendo destruir cosechas enteras.

Conocida como podredumbre gris, la Botrytis Cinerea es una de las enfermedades más temida por los viticultores de las zonas más húmedas. No obstante si una cepa infectada queda expuesta a condiciones de menos humedad, entonces, la uva parcialmente se pasifica y la infestación se la conoce como "podredumbre noble" pudiendo llegar a producir, si se vendimian durante la infestación, un vino dulce particularmente fino y concentrado. De hecho, algunos de los mejores vinos botrytizados del mundo son elaborados con uvas recogidas una a una.

Según una leyenda húngara, el primer aszú (un vino que usa uvas botritizadas) fue elaborado por Laczkó Máté Szepsi en 1630. Sin embargo, ya aparecen menciones de vino hecho de uvas botrytizadas en la Nomenklatura de Fabricius Balázs Sziksai que se acabó en 1576. Un inventario recientemente descubierto de aszú antecede a esta referencia por cinco años. Cuando la clasificación del viñedo comenzó en 1730 en la región de Tokaj, uno de los parámetros que se consideraban en relación con los distintos terroir se centraba en su potencial a la hora de desarrollar Botrytis cinerea.

Un mito popular es que la práctica se originó de manera independiente en Alemania en 1775, donde los productores de riesling en Schloss Johannisberg (Geisenheim, en la región de Rheingau) tradicionalmente esperaban la orden del propietario de la finca, Heinrich von Bibra, obispo de Fulda, antes de cortar las uvas. En este año (según la leyenda) el mensajero de la abadía fue robado cuando marchaba para entregar el mensaje de empezar la vendimia y se retrasó la cosecha, tiempo suficiente para que la Botrytis surgiera. Las uvas se suponía que no valían nada y se entregaron a los campesinos locales quienes produjeron un vino sorprendentemente bueno, dulce, que posteriormente fue conocido como Spätlese, o vino de vendimia tardía. En los siguientes años, diferentes formas de incrementar la dulzura se introdujeron y el original Spätlese se perfeccionó más, primero haciendo de él auslese (literalmente, "cosecha seleccionada"; plural: Auslesen; es un término alemán referido a un vino de cosecha tardia y de una categoría más madura que el Spätlese) en 1787 y luego eisweines (vino hecho de uva helada con una fuerte concentración en azúcar. La técnica para conseguir esta uva consiste en dejar sobremadurar la uva a la cepa, que no se cosecha hasta que se produce la primera helada. Cuando el grano se hiela, el agua se expande y rompe la cascarilla de la uva. Así, se pierde más agua y el azúcar es más concentrado, hablaremos de el otro día) en 1858.

Algunos de los vinos de Botrytis más famoso del mundo son los de la zona de Sauternes en Burdeos. Los sauternes son una combinación de sémillon y sauvignon blanc. Otro vino botritizado francés, menos conocido, es el Monbazillac.

La región Tokaj-Hegyalja de Hungría es una de las regiones clásicas productora de vino botritizado, destacando sobre todo por sus vinos aszú. Beerenauslese o Trockenbeerenauslese (Alemania) son los otros vinos globalmente reconocidos que usan uvas botriizadas. Menos conocidos son el italiano Amarone, el rumano Grasa de Cotnari y el austriaco Ausbruch.

Dependiendo de las condiciones de las uvas pueden estar sólo mínimamente botritizadas. Esta forma de hacer vino dulce también se ha importado por los vinateros de California y Australia. En algunos casos la inoculación del hongo ocurre cuando esporas se fumigan sobre las uvas, mientras que algunos viñedos dependen de la inoculación natural a partir de esporas presentes en el medio ambiente.

En España ha habido algunas añadas de vinos botritizados en los lugares en los que la climatología es propensa a ello, como en Valdeorras, en ciertos albariños de Rías Baixas, en ribeiros y en Cataluña.

Jornada de Iniciación a la Cata / 10.03.2010

Tras un inicial silencio maestrante, donde se cortaba la expectación, Alex Múgica, como anfitrión, presentó el evento y dio paso a Miguel Fernández de Arcaya, director de la cata y director técnico de las bodegas Fernández de Arcaya, en Los Arcos. Este, con su inconfundible estilo, carácter propio y su extraordinaria capacidad de trasmitir conocimientos enológicos, nos brindó una velada llena de interés culminada con una leyenda egipcia del origen del vino que dejó a la audiencia dispuesta, predispuesta, para una futura, y que esperamos próxima, reunión de enochalados. Todo comenzó con un “vino”, catado a ciegas, que resultó ser sangría. Para este momento Miguel ya había desgranado, resumiendo, lo esencial, los entresijos de la cata.

Una Sangría Blanche, elaborada por Bodegas Fernández de Arcaya, fresca y dulce, donde los avezados alumnos encontraron recuerdos a limón, melocotón y naranja, por supuesto reales pues en el refresco estaban añadidos.

Paso a paso, el mundo de la cata se iba abriendo para muchos de los asistentes y nos servía de recuerdo a otros.Un blanco de Cariñena, Care 2009, elaborado con chardonnay y algo de viognier, fue el estímulo para seguir creyendo que casi todo humano puede introducirse en la cata de vinos.Delicioso blanco, fresco, intenso en nariz, varietal y de boca madura, exótica, para confirmar el buen hacer de Bodegas Añadas.
“Y al fin, un vino”, se dijo en tono de humor, para recibir al primer tinto, un tempranillo manchego, Canforrales Clásico 2009. Conceptos como taninos, lágrima, nueva paleta cromática, para disfrutar de un vino fiel representante de la juventud y de una variedad muy extendida en nuestro país y, a pesar de todo, desconocida en matices.Esplendido en color, fragante y franco en nariz, amplio y sabroso en boca, aportó el perfil exigido para adiestrar los sentidos.

Dos horas intensas y todavía faltaba lo mejor.Conceptos de elegancia, complejidad, intensidad, equilibrio, evolución, longevidad, buen envejecimiento, crianza en barrica, tuvieron como mejor ejemplo el descorche de un vino estrella de la bodega navarra, de su casa. Reserva Fernández de Arcaya 2001. Elaborado con cabernet sauvignon, de un pago de viñas muy viejas, absolutamente varietal donde se distingue el buen cabernet de los “otros” cabernets. Intenso en color y aromas, sencillamente, el reserva de Navarra.Media hora más para deleitarnos con el vino, disfrutarlo, gozarlo, y terminar acompañándolo con una tapa marca de la Cocina de Alex Múgica, talo con tocino y queso sobre crema de alubias, inspirado en la cocina de antaño en los caseríos de Leiza (Navarra).

Aplauso final al orador y reconocimiento general a la iniciativa propuesta por Cella Vinarium de popularizar y divulgar la cultura del vino por cada rincón de Navarra, o de donde sea.

El eterno debate del corcho.


El corcho, producto natural que necesita un largo proceso para su obtención, es a la vez un gran amigo y enemigo del vino: le aporta numerosos beneficios, pero también es causante de uno de sus grandes defectos, el gusto a corcho. Los TCA (Tricloraniasoles) son los responsables de la perdición de numerosos buenos vinos a lo largo del año (aproximadamente un 10%), y resultan difíciles de combatir. Sin embargo, los corchos sintéticos no presentan este problema: ¿merece la pena continuar utilizando tapones de corcho si este tema queda solucionado con los tapones sintéticos?, ¿qué aporta el tapón de corcho que no lo hace el sintético? Entramos en una eterna discusión que no pretendemos solucionar, todavía no hay estudios oficiales que confirmen cuál de los dos es el mejor. Les ofrecemos una lista de características generales de ambos corchos, y juzguen ustedes mismos…

Corcho Natural:

Cada año se embotellan unas 12.000 botellas con este tipo de corcho. El alcornoque, del cual se extrae este preciado material, únicamente se cultiva en zonas mediterráneas que deben cumplir unas condiciones climatológicas y edafológicas concretas que apenas se dan. Además, se necesitan unos 50 años aproximadamente para que el alcornoque ofrezca la primera corteza útil llamada esbormizo o corcho de Belén, que no sirve para la elaboración de tapones. Una vez extraída esta corteza, deben pasar unos 10 años para poder sacar el primer corte de corteza y poder elaborar los tapones de corcho. Este proceso se repite cada 8-10 años y a lo largo del mismo el árbol debe estar libre de plagas, hongos y enfermedades, con lo que se incrementa notablemente el coste de este producto. Y eso que todavía no hemos comenzado a trabajar con él… A continuación, el corcho extraído se hierve para conseguir que se expanda y obtener su elasticidad máxima. Durante el calentamiento que implica este proceso y gracias a la extremada volatilidad de los ésteres, los cloraniasoles (origen de los TCA), se reducen en gran medida. Una vez hervidos, los corchos se lavan con agua sin cloro y se secan rápidamente. Si hay cloro en el agua, éste se asocia con los fenoles de la madera originando triclorofenoles, que derivan en tricloraniasoles o TCA.

Corcho Sintético:

El espíritu emprendedor de algunos bodegueros norteamericanos no aceptaba la alta posibilidad de acorchado en vinos que tanto trabajo les había costado elaborar, por lo que investigaron en la creación de un nuevo material para cerrar las botellas: el corcho sintético. Aunque la tecnología incorpora nuevas técnicas cada día, este tipo de corcho se elabora de dos principales formas:

Co-extrusión: Consiste en el corte de un cable de espuma de micro burbujas de polietileno, recubierto al mismo tiempo con un elastómero termoplástico. Este sistema permite al tapón tener uniformidad interior y exterior; y a los fabricantes el control de cada etapa del proceso de elaboración.

Inyección: En 1996 Dennis Burns -un norteamericano ingeniero en materiales y especializado en plásticos, observó que la mayoría de los tapones que protegían los barricas de guarda en Napa Valley eran plásticos, y se propuso lograr lo mismo en las botellas. Así comenzó la búsqueda por conseguir un material neutro que no afectara al vino ni a la salud de los consumidores. La industria de suministros plásticos especializados en medicina reunió los requisitos y con su tecnología y materiales comenzaron a desarrollar lo que hoy es reconocido en el mundo como el primer tapón sintético.

Tapón sintético Vs Tapón de corcho natural: Ventajas e inconvenientes

• Comportamiento más predecible y fácil de controlar. El corcho tradicional, por el contrario, no permite saber cómo ha evolucionado hasta el momento en que el consumidor abre la botella.

• El material inorgánico no permite el crecimiento microbiológico, ni la formación de TCA.

• El tapón sintético resulta más limpio, no se quiebra y no genera polvo, lo que es favorable para las máquinas, que son las mismas que las de corchos tradicionales, incorporando algunos pequeños ajustes.

• Los corchos sintéticos pueden ser de diferentes colores, se extraen con cualquier sacacorchos y se pueden volver a poner en la botella fácilmente.

• El tapón sintético (por su mayor consistencia y uniformidad) permite una menor entrada de aire al interior de la botella. Esta misma característica recomienda embotellar sólo vinos que no necesiten evolucionar una vez embotellados. Por ello, este tapón se utiliza en vinos de consumo rápido. Desde un punto de vista técnico es un gran avance para los vinos jóvenes, que se consumen antes del año y en los cuales lo importante es mantener su frescor y los aromas a frutas. La D.O. Navarra ya ha incorporado en su normativa la posibilidad de utilizarlos para vinos de este tipo.

• Con el tapón sintético se rompe el requisito de guardar el vino en posición horizontal. Si el corcho tradicional necesita humedad para permanecer expandido y así evitar el paso de demasiado oxigeno a interior de la botella, el corcho sintético no la necesita.

• Es un tapón enormemente aceptado en los mercados internacionales, y su introducción está aliviando a los alcornocales de las sacas tan fuertes de los últimos años.

• El corcho natural sigue permitiendo una microoxigenación importante para vinos de guarda que no consigue el corcho sintético (o al menos no se ha demostrado científicamente hasta ahora).

Pese a todo ello, los consumidores del viejo mundo siguen prefiriendo las botellas con tapón de corcho natural ¿Cuestión de necesidad, tradición o puramente estética? Juzguen ustedes mismos…

Quincena del vino: Canforrales Selección en Orkoyen


Durante la primera quincena del mes de marzo, si no te queda lejos, puedes pasarte por "La Artesa", en Paseo Saramago nº15 (Orkoyen) y disfrutar de una copa de vino Canforrales Selección (D.O. La Mancha) acompañado de una tapa de queso manchego por 1,70€.

El Vino: Canforrales Selección es un tinto semicrianza con 3 meses de crianza en barrica de roble. Potente y sabroso, hace honor a la uva con la que es elaborado... ...100% Tempranillo.

Los defectos del Vino

El vino es un elemento vivo en constante evolución que precisa de muchos cuidados en su elaboración para dar como resultado final el producto deseado. No obstante al descorchar una botella podemos encontrarnos con una infinidad de cosas que han salido mal y en consecuencia, estaremos frente a una botella "defectuosa" y las causas pueden ser muchas.

Los "defectos" del vino son relativos puesto que mientras que para según que tipos de vino se elabore son beneficiosos (ejemplo de la re-fermentación en la botella del Champagne o del crecimiento de levaduras aeróbicas en los toneles de roble que contienen el vino de Jerez,...), para otro tipo de vino son totalmente perjudiciales, convirtiendo el vino en un líquido imposible de beber o de pobre calidad.

Daremos un pequeño repaso por alguna de los "defectos" más comunes que podemos tener la desgracia de encontrarnos al descorchar una botella:

El vino está picado o avinagrado:

Este efecto lo produce la Bacteria Aerobea Micoderma Aceti o Acetobacter. Se desarrolla en la superficie del vino al contacto con el aire creando una capa blanca sobre este que a los pocos días se tornará rosa. Esta bacteria le resta alcoholes al vino y le otorga una acidez volátil.

El vino se nos picará o se nos avinagrará si no está suficientemente aislado del aire libre (oxígeno), bien porque quedaron mal cerrados o se guardaron de pie lo que proboca el secado del corcho, que este se contraiga y en consecuencia se produzca una micro oxigenación.

El vino presenta olor a corcho:

Para entender este defecto devemos acudir a los origenes del corcho: el árbol del Alcornoque y si este mismo ha sido infectado con moho. Incluso si hay problemas de moho en la bodega con los toneles, estructuras o corchos.

El causante del "olor a corcho" es el Tricloroanisol o TCA y se trata de una reacción química de los componentes orgánicos llamados Fenoles que se encuentran normalmente en la uva, corcho, toneles, etc que se combinan con cloro.

Es frecuente que en el proceso de blanqueamiento del corcho, este sea lavado con cloro, si el Alcornoque del que probiene el corcho tuvo problemas de moho, este lavado que se hace a ciertos corchos lo empeorará. No obstante existen otros microorganismos capaces de producir TCA sin presencia de Cloro.

El vino huele a huevos podridos o caucho:
Está producido por el ácido sulfídrico que aparece en el vino durante el trasiego (cambio de recipiente del vino como por ejemplo de cuba a depósito), sobre todo en regiones cálidas al no contar con la suficiente oxigenación. Si no se trata de manera eficaz aparecerán los mercaptanos dandole al vino un desagradable olor.

El vino huele a cuadra, madera vieja, sudor de caballo:

Este defecto del vino es producido por la bacteria Brettanomyces ("bret") que puede deberse a un problema de higiene en la bodega, no obstante estas bacterias siempres están presentes en el vino.

Sin embargo, el efecto de esta bacteria es el buscado por algunos productores para lograr los aromas característicos.


El vino huele y sabe rancio y el color es amarronado:

Este defecto es producido por la oxidación y en algunos vinos es deliberado (Jereces, madeiras,...), aunque es algo que se evita en los vinos tradicionales donde la oxidación es considerada como un defecto (aunque todos los vinos se oxidan) denotando un olor rancio, acetaldehído o etanal, aromas apagados con tonos amarronados.

Este defecto es acelerado por la exposición a la luz tanto natural como artificial y se puede contemplar facilmente en la evolución de vinos jóvenes (como por ejemplo los rosados) con el paso del tiempo.

El vino huele a cartón:
El causante de este aroma es la excesiva y reiterada utilización, en el filtrado del vino, de material celulósico deficiente.

El vino sabe a moho:
Proviene de hongos filamentosos que pueden provenir o bien de las uvas o bien de las paredes de las vasijas durante la fermentación.

El vino tiene un olor y gusto a tierra mojada:
Producido por un alga (Chatodotrix Dichotoma), se produce cuando las uvas utilizadas para la elaboración del vino estubieron en contacto o muy próximas a la tierra.

El vino tiene un gusto o aroma metálico:

Este defecto es debido a que el mosto o vino ha estado en contacto con algún elemento metálico.

El vino presenta muchos "tropezones":
Conocida como la quiebra cuprosa o "enfermedad de la botella", puede solucionarse en bodega pero que una vez embotellado el vino, no tiene solución.

El vino se enturbia y se producen precipitación de sales cuprosas. Para evitarla hay que tener cuidado con el uso de los utensilios de cobre en la elaboración del vino.

Debemos recordar que muchos vinos presentan precipitados debido a su embotellado sin filtrar, no por la "enfermedad de la botella".

Ribera del Duero en Cata Íntima.


El pasado Viernes celebramos en Cella Vinarium una cata sobre 5 primeras marcas de la Denominación de Origen Ribera del Duero. Una cata íntima, puesto que tan solo acudieron 8 personas, pero que paradógicamente, nos permitio disfrutar mucho más de la compañia y hacer la cata más amena y participatiba.

Migueltxo Goñi desmenuzó, acompañado por Jesús López y los asistentes al evento, cada uno de los vinos seleccionados encontrando en cada uno de ellos la satisfacción sensorial que se busca cuando se descorchan botellas de este nivel. ¡Y de ese precio!.

Pago de los Capellanes crianza 2007. Tinto elaborado con tempranillo, sobre todo, y cabernet sauvignon. A la vista muestra un color cereza intenso, casi picota, con ribete rubí. Limpio, brillante y de capa media alta. Nariz de media intensidad. Franca. Fruta confitada. Especiado. Vainilla fina, tabaco y chocolate (que envuelve una naranja madura). Boca golosa, fresca, cítrica. Paso amable, leve astringencia y largura media, como su cuerpo.

Pago de Carraovejas 2007. El tempranillo, acompañado de c. sauvignon y merlot, consiguen sorprender a quienes esperaban catar la nueva añada. En vista recuerda al vino anterior, quizás con algo menos de capa. Nariz de buena intensidad, también con frescura cítrica y algo punzante. Recuerda a la cereza, a la madera del cedro y ahumados de los rescoldos del sarmiento. Boca algo tánica, de amargor final y acidez descompuesta. Cuerpo medio. Recuerdos de ricos tostados y fruta escarchada.

Torresilo 2006. La tinta fina obra maravillas en uno de los triunfadores de la noche. Apicotado, a la vista, con ribete rubí azulado. Intenso con capa alta, limpio y brillante. Nariz de notable, casi sobresaliente, intensidad que recuerda al monte bajo. Chacinería fina. Balsámico. Dulce y mineral. Presenta una evolución en copa magnífica. Complejo y elegante. Boca sabrosa, golosa, amplia, eterna en largura. Muy equilibrado. Redondo. Frutal y mineral.

Cepa 21 2006. Segundo ganador donde la tinta fina se expresa con carácter. Picota intenso, a la vista, con ribete rubí. Atractivo. Nariz de intensidad aromática elevada y complejidad varietal. Mineral y balsámico. Cuero fino, betún, fruta confitada sobre un fondo de frescor goloso. Boca de entrada gloriosa. Potente. Bonita acidez y tanino maduro. Largo, elegante, amplio y estructurado.

Malleolus 2006. De nuevo, la tinta fina elaborada con sabiduría. Vista de color cereza intenso con ribete rubí. Bonita limpidez. En nariz predominan los terciarios sobre un fondo animal, algo molesto. Sabrosidad umami. Aroma terroso. Menos intenso, o abierto, que sus predecesores. Boca potente bien estructurada, de menos elegancia, buena largura y notas no tan frutales como las esperadas.

En resumen, una velada interesante que sirvió para derrumbar falsos mitos, encumbrar nuevos valores y confirmar el potencial de una variedad y de una zona concreta de nuestra geografía.

Primeras impresiones

Bueno, ya estamos aquí, en la blogesfera. Donde esperamos conocer gente y por supuesto seguir promocionando esta maravillosa afición que es el mundo del vino.