Mímeme el rosado, por favor.

Puede que este post pueda herir la sensibilidad de algún que otro bebedor asíduo de vinos como nosotros, pero creemos que es hora de romper una lanza a favor de estos maravillosos vinos que elaboramos (y solo nos bebemos) en Navarra. No queremos ser de los pocos que le damos al vino rosado todo el mimo que se merece ya que creemos que cuanto más vino se beba en todos los ámbitos, tanto en casa como en las grandes superficies y en la hostelería), más vino venderemos todos y más contentos estarán nuestros clientes adquiriendo buenos vinos.
Ya conocen ustedes que en Vinoteca Cella Vinarium tratamos de ofrecer una oferta que represente a casi todos los vinos de todas las regiones y para ello ofrecemos a nuestros clientes las más exóticas variedades de uva a precios "coherentes" (no diré baratos que es un adjetivo engañoso pero si que tenemos muy buenos precios) y tras mucho patrullar por las más variopintas regiones, nos hemos dado cuenta de un sustancioso detalle: Si buscamos en los vinos de otras regiones, y las comparamos con los vinos que elaboramos aquí en Navarra, descubriremos que, aunque en Navarra elaboramos excelentes tintos y blancos, en conjunto, muchas de ellas nos superan en cuanto a calidad y precio de vinos tintos y blancos... eso es así aunque, en Navarra, existan bodegas que elaboran excelentes vinos (estoy generalizando y eso nunca es justo pero si necesario).
No obstante, a la hora de traer rosados de fuera de Navarra encontramos un gran conflicto, para traer un vino rosado de otra zona, de la misma calidad del Rosado Navarro, tenemos que dirigírnos hacia vinos del doble, el triple o cuatriple de precio... y ese es el tesoro que tenemos en Navarra, nuestros magníficos rosados, rosa es el color de Navarra, un vino que funciona y se acopla perfectamente con otra de las cosas de las que podemos chulear los navarros... ¡De nuestra magnífica huerta!... Un fresco rosado con una magnífica menestra, con unas deliciosas pochas a la navarra... no existe vino mejor para acompañar a verduras y hortalizas... un afrutado vino para empujar las mejores txistorras entre pan y pan (a la brasa mejor) en un caluroso día de verano...
Pero no, en Navarra nos hemos olvidado del Rosado Navarro y lo hemos relegado a "bebida de viejos", a "vino de segunda", a un vino sin "glamour" mientras magnificamos tintos y blancos que realmente no cuestan lo que piden. Se trata mal al rosado, que hay que beberlo fresco y hay que tomarlo del año (aunque ne muchos restaurantes y grandes superficies se empeñen en ofertarnos rosados de hace uno, dos o tres años que ya no se pueden beber... y claro, la persona que compra esos vinos llega a la errónea conclusión de que no le gusta el rosado). El Rosado Navarro, ¡y de Garnacha!, es uno de los tesoros desconocidos con los que tenemos la fortuna de contar los navarros. ¡El Rosado Navarro es rosa, no compreis vinos naranjas (a no ser que tengan una buena excusa para serlo)!.

En Vinoteca Cella Vinarium cuando un cliente se ha sorprendido de que le recomendásemos un rosado de 3 o 4 euros para llevarse a Cádiz, a Almería, a Madrid, a Asturias... para visitar familiares o amigos, y quería llevarse tinto. Se demuestra lo buen embajador que es el rosado de nuestra tierra cuando vuelven comentando que no bebieron siete botellas porque solo llevaban seis.

No hay mejor representante de nuestra tierra que este vino que triunfa hayá donde se lleva, acompañando a unos camarones en la costa de Cádiz, a unas chuletillas de cordero a la brasa en Valladolid en un caluroso día de Agosto, a un lacón con grelos en Galicia, a unas morcillas con piñones fritas en Teruel... ¡Descubran el Rosado Navarro!... no les va a costar mucho dinero y descubrirán una nueva faceta del vino y sus posibilidades... a los que ya lo conocen no les cuento nada nuevo.

... Y todo esto no quita para que un buen bebedor de Rosado Navarro no beba rosados de otros lares.

Arribes de Vettonia Crianza... 100% Juan García.

Cuando digo “Juan García” muchos de vosotros pensareis que hablo de mi vecino el del 5º, pero no… Hoy hablamos de un vino elaborado con la variedad de uva Juan García, autóctona de la zona de Arribes del Duero (Castilla y León, frontera con Portugal)…
Arribes de Vettonia Crianza 2009 antes de ser descorchado.
Arribes de Vettonia Crianza 2009 antes de ser descorchado.
Se trata de Arribes de Vettonia Crianza 2009… y nos encanta explorar este tipo de vinos tan exóticos justo al lado de casa porque generalmente no nos van a defraudar y creedme cuando os digo que nada más descorchar esta botella descubrimos un nuevo vino favorito.

…”Arribes de Vettonia Crianza 2009, vino elaborado 100% con la variedad de uva Juan García”…

Pero ya hablaremos de esta variedad de uva otro día y centrémosnos en lo que es el vino y lo que nos ofrece.
Detalle del corcho.
Detalle del corcho.
Descorchamos la botella y arrojamos el vino a la copa… su aroma inunda la estancia donde nos encontramos adelantándonos la intensidad que nos ofrecerá cuando acerquemos la nariz.
Bonito color de Arribes de Vettonia Crianza en la copa.
Bonito color de Arribes de Vettonia Crianza en la copa.
El vino presenta un brillante color rojo rubí con ciertos brillos teja en el borde del ribete (la larga lengua de vino que obtenemos al inclinar la copa)… no es un color demasiado profundo ni oscuro… un color precioso.
Arribes de Vettonia, la copa y la botella.
Arribes de Vettonia, la copa y la botella.
Al acercar la nariz a la copa es cuando empezamos a percibir las peculiaridades de la variedad de uva Juan García, es un aroma intenso y profundo que combina su peculiar fruta con toques especiados y balsámicos que inunda nuestras fosas nasales… complejo… muy bien integrado… delicioso.
Arribes de Vettonia Crianza 2009.
Arribes de Vettonia Crianza 2009.
En boca es muy especiado, picante, ligeramente tánico (deliciosamente rasposo)… intenso y sabroso, la madera y la fruta están en perfecto equilibrio, es un vino que perdura, su sabor se queda rondando por todo el paladar invitándonos a repetir el sorbo una y otra vez.
Mareando el vino Arribes de Vettonia Crianza 2009.
Mareando el vino Arribes de Vettonia Crianza 2009.
Sin lugar a dudas un vino para descubrir, pero no porque esté elaborado con una variedad de uva para explorar, sino porque es un magnífico vino del que no cuesta nada tener en casa para todas esas ocasiones especiales (o no tanto).

Arribes de Vettonia Malvasía... ¿Buscando blancos que te sorprendan?.

Disfrutar del vino blanco es fácil, no hay nada más que encontrarse a más de 30º a la sombra y que te ofrezcan en ese momento una copa de vino de cualquier variedad o procedencia, sea Chardonnay, Viura, Albariño, Verdejo… seguramente nos lo beberemos sin rechistar y disfrutaremos de todos ellos… y si, también disfrutaremos de un Malvasía 100% de Arribes de Duero (Salamanca).
Todavía en la botella... no es blanco... ¡¡¡es verde!!!.
Todavía en la botella… no es blanco… ¡¡¡es verde!!!.
Así pues, nos consideramos personas (o pseudo personas) capaces de bebernos cualquier líquido nausabundo si este está muy frío.

…”la verdadera calidad de un vino blanco se demuestra cuando disfrutamos de el también cuando no está (tan) frío”…

No es el caso de Arribes de Vettonia Blanco Malvasía 2011, que es el vino que nos estamos bebiendo… Mientras se nos calienta en la copa descubrimos deliciosos aromas que el frío no nos dejaba apreciar anteriormente… cosa que también nos pasó con este otro vino.
Detalle del corcho sintético de Arribes de Vettonia Blanco.
Detalle del corcho sintético de Arribes de Vettonia Blanco.
Pero no empecemos la casa por el tejado… vamos a mirar un poco el vino antes de echárnoslo a la boca… veremos su color amarillo pajizo – verdoso, su brillo, su limpieza, su transparencia… bueno, esto último supuestamente no habría que verlo… ¿no?.
Arribes de Vettonia blanco en la copa.
Arribes de Vettonia blanco en la copa.
Sus aromas son delicados, un punto florales (la próxima vez que os regalen un ramo de flores meted la cabeza en el y volved corriendo a casa a oler este vino), frutal (recuerda a manzana verde), son aromas limpios, no demasiado complejos pero si muy presentes y duraderos… se nos quedan colgando de la nariz.
Detalle de Arribes de Vettonia Blanco en la copa.
Detalle de Arribes de Vettonia Blanco en la copa.
En boca es… es… deliciosamente ácido, tiene ese puntito de acidez que lo hace delicioso, muy franco, es decir, los mismos aromas que percibiamos en nariz son los sabores que notamos en el paladar… muy rico y peligroso… se bebe como el agua y tiente 13,5º… ¡¡¡hacedme caso que he tenido que acabar la cata de memoria tras evaporarse misteriosamente el contenido de la botella!!!.
Otra vista en detalle del vino Arribes de Vettonia Blanco 2011.
Otra vista en detalle del vino Arribes de Vettonia Blanco 2011.
Un vino ideal para tener en casa y tomar en las calurosas cenas de verano, en las calurosas comidas de verano, calurosos almuerzos de verano, calurosos aperitivos, calurosos… pero también para tomar sin calor, un poco más templado acompañando a una ensalada templada o un plato ligero de pescado o marisco…

Arribes de Vettonia 2011… descubriendo a Juan García.

Seguimos engatusados por el descubrimiento de esta curiosa variedad de uva (que es la Juan García) y seguimos aún más embelesados por como la elaboran en la Bodega Arribes del Duero. Así que aquí me encuentro, con una copa de vino intentando escribiros a que me sabe este líquido que alegra los corazones.
Arribes de Vettonia 2010... Juan García nos espera en su interior.
Arribes de Vettonia 2010… Juan García nos espera en su interior.
Descapsulamos esta botella y nos encontramos con un corcho sintético. Corcho que tiene sus detractores y sus defensores… pese a todo, la verdad es que hay muchos buenos vinos envasados con este tipo de tapón y muchos malos con el corcho de siempre.
Detalle de la cápsula y el corcho sintético de Arribes de Vettonia.
Detalle de la cápsula y el corcho sintético de Arribes de Vettonia.
Pero volvamos al vino… un precioso color púrpura con tonos violaceos que rebosa juventud, no es un vino demasiado opaco, aún así es limpio y brillante.
La copa, repleta de Juan García, a vista de pájaro.
La copa, repleta de Juan García, a vista de pájaro.
Sus aromas son armoniosos y sutiles, frutas negras, destacan los aromas balsámicos… precibimos ciertos destellos de recuerdos a una ligera crianza en barrica… (La bodega dice que no… pero podríamos jurar que tiene un punto de crianza… ¿Será cosa de la maceración con los hollejos?)… no es un aroma demasiado intenso, pero si con mucha personalidad, muy característico.
Precioso color de Arribes de Vettonia Joven 2010.
Precioso color de Arribes de Vettonia Joven 2010.
Al beberlo resulta un vino amable y franco, un puntito tánico (“rasposo”)… pero ese puntito lo hace delicioso, fresco y afrutado. Mientras lo tenemos en la boca nos vuelven esos recuerdos a una posible crianza en barrica… muy bien estructurado… delicioso.
Arribes de Vettonia descorchado y servido.
Arribes de Vettonia descorchado y servido.
Es un vino delicioso, para tomar con platos no demasiado complicados (pastas, arroces, pizza, carnes a la plancha o brasa desnudas… una buena tortilla de patata…) para servir un poquito más fresco que a lo que estamos acostumbrados a tomar los tintos y observar como se abre poco a poco en la copa conforma coge un poco de temperatura.
El último sorbo de la copa... hay más en la botella.
El último sorbo de la copa… hay más en la botella.
Vino para recomendar, para tener en casa, para descubrir una variedad de uva y huir de la tiranía de los vinos jóvenes de Tempranillo o Garnacha que inundan el mercado nacional… ¿Buscando un vino exótico?… pues tienes varios a pocos kilómetros de casa.

Vegazar Roble 2010, un vino ideal para la tortilla de patata (y otras muchas cosas).


Vegazar Roble 2010… crónica de una tortilla de patata.

Acaba la tarde (y en consecuencia empieza la noche), hoy nos encontramos en plan sibarita y cuando nos ponemos en plan sibarita nos apetece una buena tortilla de patata… lamentablemente, mucha gente pensará que la tortilla de patata es un plato sin glamour alguno… pero… ¿acaso necesitamos el glamour para disfrutar de una magnífica cena y un magnífico vino?… en nuestra humilde opinión… ¡No!… El que opine que si seguramente no nos comprará ni un vino así que puede dejar de leer esta entrada y así no perder su valioso tiempo.
Vegazar Roble todavía en confinamiento.
Vegazar Roble todavía en confinamiento.
Vegazar Roble 2010 es un delicioso varietal Tempranillo elaborado en la localidad del Zazuar (Burgos), criado durante 3 meses en barricas de roble, por la Cooperativa San Ándres (Si, para el que no lo sepa, resulta que en las cooperativas hacen vinos también)… ¿y porqué elegimos este vino para la magnífica tortilla que tengo en el fuego?…

…”La tortilla de patata es un plato bien glamuroso”…

Muy sencillo… porque es un vino excelente, a un precio que no duele abrir una botella en cualquier momento, y porque nos encanta el Tempranillo que se elabora en esa zona… a parte de que ese pequeño aporte del roble nos ayudará a maridar esa cebolla que estoy pochando poco a poco para añadir a la mezcla de huevo y patata.
Detalle del corcho de Vegazar Roble.
Detalle del corcho de Vegazar Roble.
Soy aficionado a beber vino mientras cocino (si es con amigos o familia, en ocasiones en las que sabemos que caerá una botella en el proceso, solemos elegir 2 vinos: “el de mientras cocinar” y “el de mientras comer”)… también soy aficionado a escribir entradas en este blog mientras hago tortillas de patata… y por supuesto me bebo los vinos mientras escribo estos párrafos… así que os comentaré como nos va sabiendo el vino.
Vegazar Roble burbujea al ser arrojado a la copa.
Vegazar Roble burbujea al ser arrojado a la copa.
El vino burbujea en la copa mientras lo arrojamos al interior. Un precioso color cereza picota, vivo y brillante, es un color que nos encanta, brillos granates donde el vino tiene menos profundidad contra la pared de la copa, creemos observar algún reflejo anaranjado que descubre su paso por barrica o su tiempo en botella…

…”aunque tal vez esos tonos anaranjados nos los estemos imaginando engatusados por los aromas que nos llegan desde la copa”…

Bonito color buen anuncio de lo que a continuación nos mostrará este vino… es un color de los que enamoran y nos confirman que comemos y bebemos, primero, por los ojos.
Detalle de la copa llena de Tempranillo del Zazuar.
Detalle de la copa llena de Tempranillo del Zazuar.
El aroma de este vino es profundo e intenso, pero no demasiado fuerte, nos obliga a meter las narices hasta el fondo, no tiene la potencia de un vino puramente joven (aunque conociendo los vinos de la bodega y habiendo probado, en litros, la cosecha del 2009, sabemos que todavía le queda potencial en la botella para redondearse todavía más).

…”Sutil toque de la barrica que redondea el vino y lo complementa, ni muy poco ni demasiado, el punto justo para este tipo de vinos”…

La madera aparece sutilmente tras la fruta complementando el goloso aroma que no para de decirnos que apoyemos la copa en la boca y remojemos el gaznate.
Vegazar Roble, la botella y la copa.
Vegazar Roble, la botella y la copa.
Al pasar el vino por la boca nos encontramos con un vino sabroso, con buena acidez, sedoso, aterciopelado… su sabor se queda por toda la boca recordándonos lo rico que está este vino una y otra vez…

…”la barrica está más presente con el vino en la boca que cuando teníamos la nariz hundida en la copa”…

Poco a poco la barrica se abre paso a través de la potencia de la fruta aportando al sabor del vino un delicioso toque tostado que sabemos que combinará a la perfección con la Tortilla de Patata con Cebolla.
Como ya sabeis (y si no os lo digo ahora), en nuestra tienda online encontrareis este vino a un precio excepcional… con todas las garantías que ofrece la compra directa de la bodega (¿donde si no se conserva mejor un vino?)… animaros a adquirir una caja de este vino (12 botellas) y disfrutad sin reparos de un buen vino que se deja abrir en cualquier situación y ante cualquier plato…
Muchas gracias por vuestro tiempo y os dejamos… se nos quema la tortilla y ya hemos acabado con la mitad de la botella.

Liquidación Total en Vinoteca Cella Vinarium.

Como ya sabreis muchos, Cella Vinarium cerrará las puertas el próximo 6 de Julio... y durante este tiempo queremos vaciar nuestros almacenes por completo.
Para ello contamos con todos nuestros clientes que podrán adquirir nuestra selección de vinos y destilados al 14% de descuento mientras que los accesorios podrán adquirirse al 20% de descuento.

Llevamos más de un año reformando nuestro modelo de negocio (como no nos cansamos de repetir), apostando por pequeñas bodegas y pequeñas producciones, explorando el vino y eligiendolo por lo que es y no por "de donde es" o por la etiqueta... de hecho, solo el 10% de los vinos que probamos entran a la venta en nuestra vinoteca... buscando vinos más naturales, bodegas más familiares... es decir... creando la vinoteca en la que nos gustaría comprar.

Pero no creáis que nos vamos para siempre... como en cada gran reforma de modelo de negocio, necesitamos cerrar unos días para recolocarnos y vamos a aprovecharnos del més de Julio (las vacaciones de verano) para hacerlo... no gratuitamente sino porque entre las fiestas de San Fermín y las vacaciones es el mes que menos afluencia de público hay nuestra vinoteca.

El día Lunes 30 de Julio tenemos planteado realizar la reapertura de nuestras instalaciones con más de 50 nuevas referencias (además de las actuales) y con novedades y nuevas ventajas para los socios del Club Cella Vinarium.

¿Preparado para todo lo que traerá Vinoteca Cella Vinarium?... De momento puedes disfrutar de nuestro stock con los dos descuentos mencionados... ¡Ayudadnos!... no hay nada peor que mover estanterias cargadas de vinos (que no las movemos con los vinos encima, sino que los quitamos primero).

Marsilea Gewürztraminer... El vino que olía a banana.

Tal vez, al leer el título, te sorprenda que llamemos a este vino “banana”… pero si llegas a probar este vino (y ten por seguro que vamos a intentar que así sea a través de este post) entenderás el porqué de este titulo tan… tan… ¿revelador?… no creas que es un vino que le podrías dar a un mono y se lo bebería… ¿o si?.
Marsilea Gewürztraminer en su baño de hielo.
Marsilea Gewürztraminer en su baño de hielo.

¿Qué hace la Gewürztraminer tan al Sur?

Lo primero que nos llama la atención es: ¿Qué demonios hace la variedad de uva Gewürztraminer tan al Sur?… y así es, Marsilea Gewürztraminer se elabora con uvas procedentes de la zona de Utiel-Requena, en Valencia, a unas decenas de kilómetros del mar Mediterraneo por Bodegas Enologica Oleana. Una apuesta arriesgada, de difíciles comienzos, que demuestran la leyenda que reza así en la contraetiqueta: …”Estas botellas las dedico a aquellas personas que jamás creyeron en este proyecto, el vino que contiene a las que si lo hicieron”… Nuestra eterna relación amor-odio con las variedades de uva autóctonas y foraneas nos hizo imposible no interesarnos por este vino en cuanto supimos de su existencia.
La copa y la botella.
La copa y la botella.

Bonito color dorado del vino.

El oscuro cristal de la botella no nos deja ver el precioso color dorado del vino, no del todo limpio, un poco turbio y opaco, pero aún así brillante, nos hace pensar en su elaboración natural, la cual, en ocasiones, opta por tratamientos menos agresivos en el vino como lo son algunos filtrados que dejan un producto muy bonito pero falto de aromas y sabores… ciertos brillos con tonalidades que recuerdan a los amarillos y verdes fosforitos (si, fosforitos) que me han sido imposibles captar con la cámara.
El vino en la copa.
El vino en la copa.

El vino banana.

En nariz es una explosión de frutas tropicales, entre ellas destaca el recuerdo a la banana (o plátano)… se deduce un toque de azúcar… curioso… no esperábamos esta explosión de aromas, la variedad de uva ha sido exprimida para potenciar al máximo sus propiedades.
Contra el cielo se percibe mejor la fina turbiedad del vino.
Contra el cielo se percibe mejor la fina turbiedad del vino.

Explosión de frutas en boca.

En boca vuelve el plátano y las frutas tropicales, muy afrutado, ligeros destellos golosos pero para nada dulce, con un final largo con un puntito amargo que hace que el sabor perdure en el paladar…  no esperemos un Gewürztraminer como a los que nos tienen acostumbrados otras zonas… recordad que viene desde Valencia.
Marsilea en primer plano.
Marsilea en primer plano.

En definitiva: Un vino poco corriente.

Muy recomendable, para descubrir la variedad en otras latitudes… un vino que sorprenderá… un blanco para comer con el platos un poco más pesados y sabrosos como pueden ser pescados como el Salmón en tartar o con alguna salsa especiada, el bacalao desalado e incluso carnes blancas a la plancha, parrilla, asados o en guisos suaves con salsas de verduras y hortalizas.

Beramendi 3f Blanco... pequeño tesoro de pequeña bodega.

Como ya sabréis, y si no es así os lo decimos ahora, en Vinoteca Cella Vinarium no vais a encontrar vinos conocidos (Bueno, más de uno si), vinos que se ven en cualquier sitio, vinos de los que habla todo el mundo y a los que se le ponen casi una centena de puntos “con nombre propio”.
Beramendi 3f en su baño de hielo cogiendo (o perdiendo) temperatura.
Beramendi 3f en su baño de hielo cogiendo (o perdiendo) temperatura.

Navarra, tierra de vid… y de cereal.

En este caso nos quedamos en Navarra, y concretamente a la localidad de San Martín de Unx, pueblo bendecido para la elaboración del vino… y del cereal puesto que lamentablemente en Navarra se vive una crisis de arrancamiento de cepas preocupante… todo tiene que ver con que no se consume vino y que los jóvenes no se ven atraídos por la cultura del mismo… ¿Pero acaso hay que saber de vino para beberlo?… No, solo hay que esperar disfrutar y satisfacer lo esperado sorbo tras sorbo, y con este vino, Beramendi 3f Blanco de Bodegas Beramendi el éxito de estas expectativas está asegurado.
Es difícil no vaciar la botella... a medio vaciar y todavía no nos habíamos puesto en serio.
Es difícil no vaciar la botella… a medio vaciar y todavía no nos habíamos puesto en serio.

Nada más descorchar la botella el vino se evaporó como por arte de magia.

Así es, un poltergeist digno de cualquier programa de televisión que emitan de madrugada… ni siguiera creemos que se llegasen a mojar las copas… faltaba media botella de vino  y para cuando acabamos de sacar las fotos ya se había acabado… ¿Donde está nuestro vino?… no obstante he de decir que estos fenómenos “inexplicables” suelen ocurrir en soleados días con altas temperaturas.
Beramendi 3f Blanco... la copa y la botella.
Beramendi 3f Blanco… la copa y la botella.

Pese a las dificultades técnicas sobrenaturales conseguimos catar el vino.

Así es… y la verdad es que tiene un color que enamora, un amarillo dorado pálido, un vino de preciosos brillos (si no lo tomas a oscuras), y limpio… fijaos en la copa… en algunas fotos llega a parecer que no hay vino.
¿Donde está mi vino?
¿Donde está mi vino?

Lo que el ojo no ve la nariz lo huele.

Aunque este dicho pueda parecer muy escatológico, y aunque sea exagerado que digamos que es un vino invisible (porque no lo es)… si que debemos decir que es un vino muy aromático… su presencia en nariz es intensa y duradera… además, si dejamos que el vino se caliente poco a poco en la copa esa potencia aromática aumenta pero no se “malogra” como en otros vinos que empiezan a descubrirse aromas muy alcohólicos.
No me digáis que el color no es precioso.
No me digáis que el color no es precioso.

Moscatel, protagonista indiscutible.

Es un vino elaborado con las variedades de uva Chardonnay y Moscatel, pero no creáis que os vais a encontrar un vino dulce, es afrutado, floral… muy juguetón en nariz con ese toque de goloso aroma que le aporta la Moscatel que encontramos desde que acercamos la nariz a la copa hasta que la alejamos.
Pasa el tiempo, el vino se calienta y... ¡Sorpresa!.
Pasa el tiempo, el vino se calienta y… ¡Sorpresa!.

¿Me calienta el vino por favor?

Aunque pueda parecer lógico, no todos los vinos blancos son agradables si no están fríos o muy frios, cuando se calentó el vino un poco en la copa descubrimos que se potenciaban sus sabores e incluso sus cualidades refrescantes… si, es un vino muy refrescante, con destellos azucarados… no es un vino dulce, pero tiene esa ligerísima sensación del moscatel cuando lo paseamos por el paladar… y con un delicioso punto amargo al final que hace perdurar el vino en la boca… un vino cremoso y muy bien acabado.

En definitiva… un blanco para tener en casa, para cualquier ocasión

Beramendi 3f Blanco es un vino delicioso y refrescante, un vino para tener en casa para cualquier ocasión y que no nos defraudará ante un público exigente y que gustará a aquellos “no tan aficionados” al vino… muy recomendable.