LoessTinto Ribera del Duero: Bonita botella, delicioso vino.

La primera impresión fue buena, la botella es bonita, pero solemos desconfiar de los etiquetados “demasiado” preciosos, aún así nos decidimos a probar este vino (y muchos otros que ni fu ni fa) y mientras se acababa la botella llegamos a la conclusión de que no solo era una cara bonita… además de que debíamos venderlo en Vinoteca Cella Vinarium.

Preciosa la botella en la que se esconde este vino.

Loess se trata de un ambicioso proyecto que nace de la compra de particulares viñedos para luego exprimir todo el carácter que es capaz de dar la tierra y embotellarlo… en una bonita botella.

Loess Tinto Ribera del Duero paseando por la copa.

Muchos de estos pequeños proyectos salpican la geografía española, pequeñas bodegas que elaboran grandes vinos buscando “al detalle” el carácter de la tierra y de variedades autóctonas. Nuevos vinos incompatibles con el típico modelo de venta de supermercado, pequeñas producciones que llaman al consumidor a ser infiel al vino y descubrir con cada botella nuevos aromas y sabores.

Mareando Loess en la botella.

Loess Tinto, elaborado con uva Tempranillo, es un vino de profundo color rojo oscuro, negro en las partes más profundas y de un brillante rojo turquesa en donde el vino roza la copa… los 12 meses de crianza en barricas de roble francés y su posterior guarda en botella no han anaranjado en absoluto el vino que promete un intenso sabor a fruta.

Espléndido aroma el que emana de la copa.

Cuando hundimos la nariz en la copa, lo primero que percibimos, es su gran complejidad, varios matices inundan nuestras fosas nasales entre los que destacan las frutas negras en perfecta armonía con los sutiles toques ahumados de roble francés que no ha hecho nada más que domar levemente el vino… un vino para estar largo rato oliéndolo mientras desvelamos los entresijos que en este vino nos aguardan.

Lo de oler el vino está muy bien, pero lo mejor es bebérselo.

Al beberlo es cuando el vino nos demuestra todo su potencial, fresco, profundo y largo, muy sabroso, un vino potente pero fresco a su vez. Muy equilibrado, su sutil acidez lo hace muy fácil de beber pese a su intenso sabor (no es para nada un vino ácido)… muy largo, su sabor permanece en la boca tiempo después de ser bebido pegado al paladar e invitándonos a tomar un sorbo tras otro.

Intenso vino de esos que se pegan al paladar.

La verdad, es que personalmente, este vino me lo bebería solamente acompañado de un buen queso curado y unas tajadas de salchichón, no obstante frente a un estofado de ternera o un buen asado sería una escolta perfecta.

Hay que beberse este vino.

Es muy posible que todo aquel que busque un Tempranillo con carácter de la Ribera del Duero, encuentren dentro de esta bonita botella, uno de sus vinos favoritos… Disponible en Vinoteca Cella Vinarium.