DIONISO, dios del vino.

Los borrachos o El triunfo de Baco. Museo del Prado. Madrid.

Dioniso es conocido como el dios griego del vino, no obstante, ha tenido muchos nombres en diferentes culturas, como "Baco" en la cultura romana, e incluso hay historiadores que creen que ciertos ritos cristianos (como el de hacer beber vino representando la Sangre de Cristo) tienen su origen en las ceremonias dionisiacas.

LOS ORÍGENES DE DIONISO

Su madre fue una mujer mortal, llamada Sémele, hija del rey Cadmo de Tebas, y su padre Zeus, el rey de los dioses. La esposa de Zeus, Hera, una diosa celosa y vanidosa, descubrió la aventura de su marido cuando Sémele estaba encinta. Con el aspecto de una anciana (en otras versiones de una nodriza), Hera se ganó la amistad de Sémele, quien le confió que Zeus era el auténtico padre del hijo que llevaba en el vientre. Hera fingió no creerlo, y sembró las semillas de la duda en la mente de Sémele, quien, curiosa, pidió a Zeus que se revelara en toda su gloria como prueba de su divinidad. Aunque Zeus le rogó que no le pidiese eso, ella insistió y él terminó accediendo. Entonces Zeus se presentó ante ella con sus truenos, relámpagos y rayos, y Sémele pereció carbonizada. Zeus logró rescatar al fetal Dioniso plantándolo en su muslo. Unos meses después, Dioniso nació en el monte Pramnos de la isla Icaria, a donde Zeus fue para liberarlo ya crecido de su muslo. En esta versión, Dioniso tuvo dos «madres» (Sémele y Zeus) antes de nacer, de donde procede el epíteto dimetor (‘de dos madres'), relacionado con su doble nacimiento.
En otra versión de la misma historia, Dioniso era el hijo de Zeus y Perséfone, la reina del Inframundo. Una celosa Hera intentó de nuevo matar al niño, enviando esta vez a los Titanes a descuartizarlo tras engañarlo con juguetes. Zeus hizo huir a los Titanes con sus rayos, pero éstos ya se habían comido todo salvo el corazón, que fue salvado, según las fuentes, por Atenea, Rea o Deméter. Zeus usó el corazón para recrearlo en el vientre de Sémele, de donde de nuevo fue ‘el nacido dos veces'. Otras versiones afirman que Zeus dio a comer el corazón a Sémele para preñarla.


La leyenda cuenta que Zeus tomó al infante Dioniso y lo puso a cargo de Hermes. Una versión de la historia es que éste dio el niño al rey Atamante y su esposa Ino, tía de Dioniso. Hermes pidió a la pareja que criase al bebé como una niña, para esconderlo de la ira de Hera. Otra versión es que Dioniso fue puesto bajo la tutela de las ninfas de la lluvia de Nisa , que le criaron en su infancia y niñez, y que por sus cuidados fueron recompensadas por Zeus con el ascenso entre las estrellas como las Híades. Otra versión es que Zeus lo dio a Rea, o a Perséfone para que lo criase en el Inframundo, lejos de Hera. Alternativamente, fue criado por Maro.

Cuando Dioniso creció, descubrió la cultura del vino y la forma de extraer su precioso jugo, pero Hera hizo que se volviese loco y le empujó a vagar por diversas partes de la tierra. En Frigia la diosa Cibeles, más conocida por los griegos como Rea, le curó y le enseñó sus ritos religiosos, y así emprendió su recorrido por Asia enseñando a la gente el cultivo del vino. La parte más famosa de sus viajes es su expedición a la India, que se dice duró varios años. Volvió triunfante y emprendió la introducción de su culto en Grecia, pero se le opusieron algunos príncipes que temían los desórdenes y la locura que éste acarreaba.

Como hombre joven, Dioniso era excepcionalmente atractivo. Una vez, disfrazado como un mortal sentado junto a la orilla del mar, fue visto por unos pocos marineros, que creyeron que era un príncipe. Intentaron secuestrarle y llevarle lejos para venderlo como esclavo o pedir un rescate. Probaron a atarle con cuerdas, pero ninguna podía sujetarlo. Dioniso se convirtió en un fiero león y soltó un oso a bordo, matando a todos los que entraron en contacto con él. Los que saltaron por la borda fueron transformados compasivamente en delfines. El único superviviente fue Acetes , el timonel, que reconoció al dios e intentó detener a sus marineros desde el principio. En una historia parecida, Dioniso deseaba navegar desde Icaria hasta Naxos, así que alquiló un barco pirata tirrenio. Pero cuando el dios estuvo a bordo, no navegaron hacia Naxos sino hasta Asia, con la intención de venderlo como esclavo. Por esto Dioniso transformó el mástil y los remos en serpientes, y llenó la nave de hiedra y del sonido de flautas, de forma que los marineros enloquecieron y saltaron al mar, donde fueron transformados en delfines.

EL MITO DEL REY MIDAS
Una vez Dioniso halló que su antiguo profesor y padre adoptivo, Sileno , había desaparecido. El anciano había estado bebiendo, se había marchado ebrio y se encontró con algunos campesinos, que lo llevaron ante el rey, Midas (alternativamente, Sileno se metió en la rosaleda del rey). Midas le reconoció y le trató hospitalariamente, entreteniéndole durante diez días y noches educadamente, mientras Sileno divertía al rey y sus amigos con historias y canciones. Al undécimo día Midas llevó a Sileno de vuelta con Dioniso. Éste ofreció a Midas que eligiera la recompensa que deseara. Midas pidió que todo lo que tocase se transformara en oro. Dioniso accedió, aunque lamentó que no hubiese hecho una elección mejor. Midas se regocijó en su nuevo poder, que se apresuró en poner a prueba, tocando y convirtiendo en oro una rama de roble y una piedra. Deleitado, tan pronto como llegó a casa ordenó a los sirvientes que dispusieran un festín en la mesa. Entonces halló que su pan, su carne, su hija y su vino se convertían en oro. Enfadado, Midas se esforzó en desprenderse de su poder (el toque de Midas ), pues odiaba el don que había codiciado. Rezó a Dioniso, rogando ser librado de su hambre. Dioniso le oyó y consintió, diciendo a Midas que se bañase en el río Pactolo . Midas así lo hizo, y cuando tocó las aguas el poder pasó a éstas, y las arenas del río se convirtieron en oro. Esto era un mito etiológico que explicaba por qué las arenas del río Pactolo eran ricas en oro.

LAS BACANTES
(De un cuento escrito por Eurípides)
Dioniso vuelve a su lugar de nacimiento, Tebas, gobernado por su primo, Penteo. Dioniso quería vengarse de las mujeres de Tebas, sus tías Ágave, Ino y Autónoe y su primo Penteo, por negar su divinidad y por tanto no adorarle. Penteo fue vuelto loco lentamente por el convincente Dioniso, y atraído a los bosques del monte Citerón para ver a las Ménades, las adoradoras de Dioniso que a menudo experimentaban el éxtasis divino. Cuando las mujeres vieron a Penteo, lo descuartizaron como habían hecho antes en la obra con una manada de ganado. Brutalmente, su cabeza fue cortada por su madre Ágave cuando suplicaba por su vida.

EL REY LICURGO
Cuando el rey Licurgo de Tracia oyó que Dioniso estaba en su reino, envió a prisión a todas sus seguidoras. El dios huyó, refugiándose con Tetis y envió una sequía que hizo que la gente se sublevara. Entonces volvió loco a Licurgo, y éste descuartizó a su propio hijo con un hacha, creyendo que era un brote de hiedra, planta consagrada a Dioniso. Un oráculo afirmó entonces que la tierra permanecería seca y baldía mientras Licurgo siguiera vivo, así que su pueblo lo mató y descuartizó. Con Licurgo muerto, Dioniso levantó la maldición.

DIONISO Y SU DESCENSO AL HADES

Una historia más conocida es la de su descenso al Hades para rescatar a su madre Sémele, a la que ubicó entre las estrellas. Dioniso hizo el descenso desde un pozo del que se decía que no tenía fondo, ubicado en la costa de la Argólide , cerca del yacimiento prehistórico de Lerna . Fue guiado por Prosimno o Polimno, quien pidió como recompensa ser su amante. Prosimno murió antes de que Dioniso pudiese acceder a esta petición, así que satisfacer a su fantasma, Dioniso fabricó un falo con una rama de olivo y lo clavó en la tumba de Prosimno. Esta historia se narra completa solo en fuentes cristianas (cuya intención era desacreditar la mitología pagana y, por ello, pueden no ser de confianza). Parece haber servido como explicación de los objetos secretos que eran revelados en los misterios dionisíacos.

ÁMPELO
Ámpelo era un sátiro que murió en un accidente al montar un toro enloquecido por la picadura del tábano de Ate. Las Moiras concedieron a Ámpelo una segunda vida como parra, de la que Dioniso prensó el primer vino.

OTROS MITOS MENORES

Cuando Hefesto apresó a Hera en un trono de oro mágico, Dioniso lo emborrachó y lo llevó de vuelta al Olimpo , donde finalmente accedió a liberar a Hera.

Cuando Hestia, diosa del hogar, decidió dejar el Consejo de los Doce y atender el fuego de las casas de las familias, Zeus eligió a Dioniso para ocupar su lugar en el Olimpo como dios inmortal del vino, el jolgorio y las fiestas.

Cuando Teseo abandonó a Ariadna durmiendo en Naxos , Dioniso la encontró y se casó con ella. Tuvieron un hijo llamado Enopión , que se suicidó o murió a manos de Perseo . En algunas versiones, su corona era puesta en el cielo como la constelación Corona, en otras Dioniso descendía al Hades para devolverla a los dioses del Olimpo.

Vinos de maceración carbónica... ...¿y eso que es?.


Apenas finaliza la vendimia en las zonas más tardias, comienzan a salir al mercado los primeros vinos del año.

Cada vez son más las bodegas que se apuntan a la carrera de ser el primero o de los primeros en sacar el vino joven al mercado, sobre todo, ante la cercanía de las Navidades tras la vendimia y por la ventaja comercial que supone.

Para entender claramente en que consiste la maceración carbónica, podemos poner un ejémplo que todos podamos entender: guardamos la fruta al aire libre para permitir su aireación. La fruta respira y cede gas carbónico. Si mantuviéramos la fruta en la bolsa de plástico, este gas volvería a la fruta y entraría en fermentación sin microbios, esta sería la transformación conocida como maceración carbónica. Si en vez de eso, rompiéramos la fruta, el zumo se contaminaría por microbios ambientales (entre ellas las llamadas levaduras), y estos producirían la fermentación.

Recordamos que para hacer vino hay 2 técnicas que puede ser o bien rompiendo la uva (Fermentación por levaduras) o con uva entera y confinada (Maceración carbónica).

Los vinos de maceración carbónica se elaboran tradicionalmente en grandes lagos de cemento donde se echa la uva entera, con racimo y raspón, las uvas de abajo, por la presión de las que están encima, se rompen y ese mosto empieza la fermentación:

Estos vinos elaborados con esta técnica resultan más suaves debido a una menor extracción de sustancias tánicas del hollejo y la pepita, así como a la disminución de su acidez. Desarrollan un aroma característico y complejo, muy relacionado con recuerdos lácticos, cremosos, frutos rojos...

Los vinos de maceración carbónica, habitualmente se sacan al mercado el mismo año de la vendimia (conocidos tambien como cosecheros) y deben beberse dentro de dicho año o en el siguiente, aunque pueden encontrarse excepciones y experimentos de crianzas en barríca.