Los que venimos de una tierra de rosados, como es Navarra, tenemos un concepto del rosado que choca con otros vinos “en torno al rosa” que se elaboran en diferentes puntos del mundo. Si bien la particularidad de los rosados navarros, son características como la frescura, su carácter frutal y su brillante color rojo con preciosos destellos rosas, en los rosados de otras partes del mundo encontramos sorpresas que nos descolocan.
Albiar Rosado refrescándose en el hielo.
Nos descolocan sobre todo esos vinos rosados elaborados con variedades de uva menos conocidos que las “tan tradicionales” variedades como la Tempranillo, la Garnacha o la Merlot. Nos encontramos ante Albiar Rosado, elaborado por la Bodega Enológicaoleana, situada en la zona de Utiel-Requena (Valencia) con la variedad de uva Bobal.
¡A la copa!
Vino de aguja que burbujea mientras lo arrojamos en la copa para disfrutarlo, el color en la botella ya nos dice que no estamos ante los tradicionales vinos de aguja que se elaboran tan cerca del Mediterraneo.
Precioso e intenso color de la Bobal en la copa.
Es un vino de intenso color rojo brillante que tiende al granate en las partes más profundas de la copa y hacia el rosa cuando apenas una fina película de vino cubre el cristal… Un delicioso aroma afrutado nos inunda las fosas nasales empujado por el ligero carbónico que sube desde la copa… aparecen aromas de levaduras más propios de los cavas o champagnes que de los “típicos” vinos de aguja de la zona.
La copa y la botella de Albiar Rosado.
En boca nos sorprende, su sabor es muy característico, más propio de un tinto joven que de un rosado a la vez que su leve burbuja potencia dichos sabores… fresco, sabroso… un breve toque dulce aparece mientras el vino pasa por el paladar… un vino que nos pide que confiemos en el para acompañar platos más potentes y sabrosos que a los que estos vinos suelen escoltar… mientras lo tomaba pensaba que era un vino ideal para una buena paella de carne.
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